José tenía un buen trabajo en lo suyo. Llevaba muchos años dedicándose a lo mismo y casi siempre con buenos resultados. De repente, llegó la oportunidad para un ascenso en el extranjero. Pero algo iba a suceder en el camino...
Se acababa el espectáculo y Ronnie vio entonces a la joven llevándose la mano a la cabeza en un inequívoco gesto de dolor. Ni hermoso ni feo, el rostro de la chica claramente indicaba que el tormento no le permitiría disfrutar del final que Ronnie le tenía preparado a su público.