Los niños olvidados

Puso todas las velas -haciendo honor a su apellido- para que no hubiera un solo entierro. Ni siquiera el de aquel recién nacido que se guardaba en el congelador como muestra presentable de la prueba irreal: Señora, su bebé ha nacido muerto.

Opinión | 25 de noviembre de 2010
Consuelo G. del Cid Guerra

 

Cientos de recién nacidos fueron dados en adopción durante los años 70 y 80 en la Clínica San Ramón de Madrid, situada en el Paseo de la Habana 143. Una operación policial llevada a cabo en 1981 se saldó con la detención de seis personas presuntamente implicadas en un delito de venta de niños. El director de la clínica, Dr Eduardo Vela, afirmó siempre que actuaba de buena fe y bajo el amparo de la legislación vigente. Hasta 1987, el poder de los médicos con respecto a las adopciones, era casi ilimitado. Si se desconocía la identidad de los padres, la criatura se encontraba en situación de abandono, bastando seis meses sin noticias de cualquiera de sus progenitores para que pudiera ser entregado en adopción. La clínica San Ramón ocultaba los datos de la madre, y en el momento de su ingreso hospitalario para dar a luz, llegaba a su vez una señora con un almohadón en la tripa. Ambas ?madres? se encontraban en habitaciones contiguas, incluso los celadores tenían órdenes de transportar las compresas ensangrentadas de la verdadera madre biológica a la habitación de la falsa parturienta para que no se escapara un solo detalle.

Durante treinta años, en la clínica San Ramón se vendieron niños. Las cantidades ascendían hasta 200.000 de las antiguas pesetas. No sólo con consentimiento de las madres, sino con todo tipo de coacciones y engaños. Una monja de la Caridad estuvo directamente implicada, y es posible que también religiosas de otras órdenes no contrastadas. A las menores embarazadas se las llevaban a un lugar llamado Peñagrande y también a un pequeño chalet situado en Los Molinos para que pasaran allí su período de gestación. Muchas de ellas dependían del Patronato de Protección a la Mujer.

Por otro lado, al parecer, las enfermeras de la clínica no eran diplomadas. La mayoría se encontraban en situación de prácticas como estudiantes de auxiliar de clínica y muchas de ellas eran menores de edad.

 

El Dr. Vela afirma que las madres no fueron engañadas, sino que se trataba de menores o jóvenes en situación complicada que no podían atender a su futuro hijo. Sin embargo, antiguas trabajadoras de la clínica, sostienen que en el momento del parto se les informaba de que su bebé había nacido muerto, mostrando entonces el cadáver de un recién nacido congelado .

Actualmente, muchas personas buscan a sus madres biológicas. Iniciaron una campaña activa a través de internet cuando salió a la luz el escándalo de la clínica San Ramón. Tienen de 25 a 30 años y todos fueron adoptados. Hijos que buscan a sus madres. Madres que buscan a esos hijos.

 


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