Frances Farmer, eterna

Frances  Farmer, eterna

La imagen atemporal de Frances Farmer , por sí misma y fuera del mundo, resulta de una belleza crepuscular y perturbadora. Podría estar en cualquier momento y en cualquier lugar. No importa si antes o ahora, mañana o después. Hoy no habría sido posible lobotomizarla, aunque probablemente se la habría destruido de cualquier otra forma.

Opinión | 04 de marzo de 2009
Consuelo G. del Cid Guerra

De 1936 a 1950, en Estados Unidos se realizaron lobotomías a mansalva con el fin de matar los sentimientos y eliminar personas socialmente ?molestas? (Alguien voló sobre el nido de cuco) ante la incapacidad de tratar ansiedades crónicas severas, depresiones con riesgos de suicidio, desórdenes obsesivos-compulsivos, transtornos de personalidad, etc, etc?

 

Fue una mujer bellísima. Destruída por pensar, por rebelarse y por ser. No la dejaron ser. Odiaba Hollywood.

 

Una primera detención por conducir ebria la condujo, conduciendo,(valga la redundancia) al principio del fin. Quería ser ella. Detestaba Hollywood, el mundo del cine y la época que le tocó vivir.

 

Estaba arriba pero fué cuesta abajo. Descarada, indolente, contestataria, auténtica como ninguna en su tiempo. Fué destrozada y destruída antes de que supiera dañarse a sí misma. No se dobló ante nadie y la pisaron como a un gusano. Fué encerrada, violada, vejada, burlada, descalificada, calumniada y rota por dentro. Tan rota, que una lobotomía legal la convirtió en nadie cuando era una mujer de bandera, inteligente, con un talento literario que también la perjudicó en su juventud por exponer sin pudor alguno sus ideas sobre la humanidad. Ningún actor la apoyó. Era un personaje molesto.

 

Frances nació en Seattle. Ganó varios concursos literarios con ensayos provocadores y su forma de escribir la convirtió en ?escandalosa, atea y comunista?.

 

Estudió drama en la Universidades de Washington y Nueva Cork. A los 22 años se mudó a Hollywood, pero el mundo del cine nunca consiguió atraparla y se mostraba orgullosa, contestataria y rebelde.

 

Su madre, con quien mantuvo hasta el final una relación de amor-odio, constituyó el drama más amargo de toda su existencia.

 

Fue arrestada por conducir borracha. En otra de sus detenciones por incomparecencia ante los oficiales de guardia, fue detenida en un hotel. Los policías golpearon violentamente la puerta de su habitación, ella se escondió en el baño, muerta de miedo y en posición fetal. Entraron armados y con esposas. Tras un brutal forcejeo, la arrastraron completamente desnuda hasta el vestíbulo del hotel. Permaneció en prisión durante algunas temporadas en distintos episodios que la cuestionaban públicamente una y otra vez. Agredió a dos policías. Ni un solo actor la ayudó ni se interesó lo más mínimo por ella. ?Es una desequilibrada, roja comunista?.

 

Ingresó en un psiquiátrico de Los Angeles nueve meses. Se escapó del centro ayudada por un amigo. Crisis maníaco depresiva y esquizofrenia paranoica fue el diagnóstico que la marcó para siempre, ayudada por su diabólica mamá, que declaró en una rueda de prensa que su hija se encontraba en un manicomio para experimentar en carne propia su próxima película, puesto que era toda una profesional. Frances no quería volver a Hollywood pero su madre la forzó.

 

A los 32 años volvió al mismo centro, donde recibió durísimos tratamientos a base de electroshock. Allí fue violada repetidas veces con el consentimiento de los médicos y personal hospitalario. Durante cinco largos años permaneció ingresada y finalmente se le practicó una lobotomía.

 

Murió en 1970 de cáncer de esófago. Está enterrada en Indiana.

 

Nirvana dedicó una canción a Frances Farmer : ?Frances Farmer tendrá su venganza en Seattle?. La mujer de Kurt Cobain , Courtney Love, llevaba un vestido de Frances el día de su boda.

 

Una cantante francesa, Mylene Farmer, eligió su apellido artístico en honor a la actriz.

 

La banda chilena de Trash Metal técnico, Psicosis, tiene un tema titulado ?Frances Farmer? en su disco "The crippled machine that moves the world", editado en 2005.

En 1982 se estrenó la película ?Frances?, magistralmente interpretada por Jessica Lange, cuya caracterización es tan extraordinaria que resulta difícil distinguirla entre las fotografías de la auténtica Frances Farmer que aquí aparecen.

Jessica Lange fue nominada al oscar por encarnar el papel de Frances Farmer.


Dios se muere

Texto escrito por Frances Farmer a los 18 años

 

 

Jamás nadie vino hacia mí y me dijo: ?eres tonta, Dios no existe. Alguien te ha estado llenando la cabeza de cuentos.? No fue un asesinato. Creo que Dios simplemente murió de viejo. Y cuando me di cuenta de que él ya no estaba no me sentí mal. Me pareció natural y justo. Quizá fuera porque a mí nunca me impresionó demasiado la religión. Iba a la escuela dominical y me gustaban las historias sobre Cristo y la estrella de Navidad. Eran bonitas. Te hacían sentir bien y feliz de pensar en ellas. Pero no me las creía. El profesor de la escuela dominical hablaba de manera muy parecida a como nuestra profesora del colegio solía hacerlo cuando nos contaba cosas sobre George Washington. Agradables y bonitas historias pero no ciertas.

La religión era demasiado difusa. Dios era diferente. Él era algo real., algo que podía sentir. Pero sólo en ciertas ocasiones podía sentirlo. Solía tumbarme entre sábanas frescas y limpias por la noche después de tomar un baño, después de lavarme el pelo y frotarme mis nudillos mis uñas y dientes. Entonces podía tumbarme muy quieta en la oscuridad con la cara vuelta hacia la ventana que daba a los árboles y hablar a Dios. ?Ahora estoy limpia. Nunca he estado tan limpia. Nunca estaré más limpia?. Y en cierto modo eso era Dios. Estaba segura de que lo era. Algo fresco, oscuro y limpio.

Eso no era religión, sin embargo. Tenía mucho que ver con lo físico. No podía sentirme de la misma manera a lo largo del día, con las manos metidas en agua de platos sucios y el sol implacable asomándose a través de la suciedad en lo más alto de los tejados. Y después de un tiempo el sentimiento de Dios no duró. Empecé a preguntarme a qué quería se refería el sacerdote cuando decía.: ?Dios, el Padre, ve caer incluso el más pequeño gorrión. Él vela por todos sus hijos.? Eso embrolló todo. Pero estaba segura de una cosa. Si Dios fuera un padre, con hijos, esa pureza que yo sentía no era Dios. Así que por la noche cuando me iba a la cama, pensaba. ?Estoy limpia, tengo sueño.? Y entonces me dormía. Esto no hacía que gozara menos de mi pureza. Yo simplemente sabía que Dios no estaba allí. Él era un hombre en un trono en el cielo, así que era fácil olvidarlo.

A veces descubría que era útil acordarse de él, sobre todo cuando perdía cosas que eran importantes. Tras corretear de arriba debajo de la casa, asustada y sin aliento por la búsqueda, podía pararme en mitad de la habitación y cerrar los ojos. ?Por favor, Dios deja que encuentre mi sombrero rojo con orla azul.? Normalmente funcionaba. Dios se convirtió en un super-padre que no me podía dar azotes. Pero si deseaba una cosa con fuerza él se ocupaba de ello.

Esto me satisfizo hasta que empecé a pensar que si Dios amaba a todos sus hijos por igual, ¿por qué se molestaba por mi sombrero rojo y dejaba que otra gente perdiera a sus padres y madres para siempre? Empecé a ver que él no tenía mucho que ver con sombreros, gente que muere o cosa alguna. Estas cosas ocurrían quisiera él o no, él se quedaba en el cielo haciendo ver que no se daba cuenta de nada. Me preguntaba por qué Dios era algo tan inútil. Parecía una pérdida de tiempo tenerle. Después de eso, se fue desvaneciendo hasta convertirse en... nada.

Me sentí orgullosa de haber encontrado la verdad por mi misma, sin ayuda de nadie. Me sorprendía que otra gente no hubiera llegado también a la misma conclusión. Dios se había ido. Éramos más jóvenes. Él estaba superado. ¿Por qué la gente no lo veía? Todavía me tiene intrigada.

Frances Farmer.


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