El beso de la discordia

La noche se mostraba en su máximo esplendor, la luna se encontraba en su cuarto creciente, al igual que nuestro amor que había dejado de ser virtual para pasar a ser una realidad. Las estrellas en el firmamento formaban imágenes que solo podemos observar en sueños, en noches de sudor y carne, de movimientos ancestrales y sentir en ?el silbo de los aires amorosos? que se internan en nuestros corazones para brindarles la brisa excitante que moviliza nuestros sexos hasta empaparlos, hasta erguirlos como grandes naves espaciales que va surcando el universo de tu cuerpo.

Opinión | 10 de octubre de 2009
Jose David Apel

La soledad se había terminado, de una vez por todas, la finalización del ciclo del aislamiento acompañado había llegado a su término, y me encontraba a tu lado, deseoso de hacerte mía. Pero en mi interior sabia que debía esperar el momento adecuado, y ese no era el oportuno.

Decidiste que dejemos las maletas en el apartamento y bajemos a la calle, la peatonal de la Carihuela con sus bares y restaurantes que aun, siendo la media noche se encontraban abiertos, pero resultaban indiferentes para mi, allí encastrados a un lado de la acera.

Las farolas encendidas daban el reflejo de nuestras sombras en las baldosas del camino, pero no quería observar tu umbría, ya no mas, solo quería ver tus ojos verdes como el color de mis pampas tras las lluvias de primavera.

Transitamos el camino que nos llevaría hacia las arenas que esperan las olas del mar mediterráneo. Llegamos a orillas de la rivera, observamos los grandes palmares que se encontraban estratégicamente colocados, con la única finalidad de darle un aire tropical a aquellas playas que distaban kilómetros de los cocoteros de los graos de América central.

Descendimos y pisamos la blanda arena, blanca inmaculada y fría, como aquella noche de enero en cercanías del estrecho de Gibraltar.

Por momentos pensaba entre mi si debería abrazarte o besarte, pero tenia la leve premonición de que no era aun el tiempo de hacerlo, así que decidí seguir tus pasos y dejarme llevar por tu caminar, estaba entregado a tus intenciones, solo decidía seguirte hasta el infinito, si hubieses intentado ingresar al congelado mar lo hubiese hecho solo para no dejarte sola en la empresa, si a su vez se te hubiese ocurrido salir corriendo despojada de ropas por entre medio de los cocoteros gritando y vociferando un canto de la afición mas descontrolada de Colon de Santa Fe, bueno? tal vez haber salido corriendo y gritando cánticos del equipo de mis amores no me hubiese molestado, pero despojarme de ropas con los cinco grados de aquella noche si que me hubiese puesto en una situación un tanto incomoda, así que de seguro no hubiese dado pie a seguir tus ideas alocadas.

Seguí recorriendo tus pasos, y decidiste que nos instalemos a orillas del mar, allí donde la espuma besa los pies y donde la marea acarrea las ostras rezagadas del cardume y sucumben encalladas en la inmensidad de la blancuzca arenisca.

Me dijiste: ?¡Siéntate coño!, ¿es que te tengo que explicar todo lo que debes hacer y lo que no debes hacer?, al final, ¡vamos!, que parecías tan independiente y maduro hablando por teléfono y chateando por el Internet, y ahora, ¡mira!, si no eres mas que un gilipollas...


Yo, claro, ustedes sabrán entenderme, con su tono entre agresivo y agrio, decidí que mejor seria no acceder a ningún tipo de abrazos ni besos, y mucho menos hacer el amor en la playa, cosa impensada para ese momento. Así que mejor deje a un lado mis ideas de avanzar con la relación carnal y me dedique pura y exclusivamente a abrir un poco mis horizontes comunicativos con la finalidad de que realmente ella no piense que yo era un reverendo pelotudo.


A su exceso de agravios sinceros y acertados para mi nulidad de palabras y de acciones decidí encaminar un poco la relación con una par de palabras?

En principio la mire a los ojos, tome una de sus manos y le dije: Querida amada, bajo ningún punto de vista yo soy un gilipollas, mucho menos un pelotudo, y no te enojes, no vociferes palabras agraviantes hacia mi persona porque tenés que tener en cuenta que vengo de realizar un periplo un tanto complicado, de muchas horas de vuelo, de escalas y demás yerbas y se me hace prácticamente imposible aterrizar a la realidad, que por otra parte debo serte franco, es una realidad que se asemeja a la concreción de un sueño esperado por mucho tiempo, entonces debes entender que tiene una carga emocional muy importante que deseo que evalúes con máxima sensatez, antes de emigrar de tu hermosa boca las palabrotas agraviantes que dijiste hacia mi persona.


Ella me observo con un dejo de desconfianza y sin vacilar me dijo: ¡Pero por favor!, ¡vamos!, no seas pendejo, ¡esas no son excusas para que te estés comportando como un niño!, mejor va a ser que arregles esto porque yo no quiero compartir mi vida al lado de un flojo, o te pones las pilas y decides tomar la iniciativa absolutamente en todo y te dejas de palabras, porque ya me tienes harta con las palabras, me has dicho tantas cosas bellas por los medios de comunicación que utilizamos hasta el momento, y ahora que te doy la posibilidad de que realmente te expreses frente a frente con migo no haces otra cosa que mirar la luna y pensar y decir gilipolleses como por ejemplo: ?Que fría esta la noche??, o ?Este mar me parece que esta bastante bravo para que nos sentemos en la orilla?? ¡No seas pelotudo hermano!, no te voy a dar muchas oportunidades para que te decidas a expresarme ahora que me tienes de frente las cosas que sientes, así que mejor que vayas empezando porque sino me canso, voy a buscar a mis niños y se termino el problema, te quedas encerrado en el apartamento con tu portátil, tus libros y tus escritos, que para serte veraz me parecen una verdadera porquería, es verdad, nunca te lo dije, pero son tan malos que no sensibilizan ni a ?bamby?, ni a ?chatran? y mucho menos a ?lazie? el perro salvador que era protagonista de la serie yankie.


Yo, ni lerdo ni perezoso me di cuenta de que la cosa iba mal encaminada, la mujer que había amado y que por supuesto amaba intensamente me estaba dando la posibilidad de que le dijera lo que sentía y no se lo decía, estaba cerrado de palabras. ¿Que bárbaro no?, un poeta cerrado de palabras debe ser como un jugador de fútbol en silla de ruedas, pero así me sentía, totalmente lisiado del habla, y algo tenia que hacer, sin lugar a dudas que algo tenia que hacer así que me inspire, observe el firmamento y le dije lentamente:

?Amor, observe tantas veces este mismo cielo como conté tus lunares en mis sueños, y presentía que en algún lugar lejos de mi hogar estabas tu, mi bella amada deleitándote con el brillo inconmensurable de las estrellas del firmamento, y dejándote bañar por el resplandor de la luna, el planeta blanco y frío que alumbra el camino de nuestro amor en las noches de pasión a la distancia, y ahora mírame, aquí, sentado frente a ti, observando el mismo cielo, sintiendo el sonido del mar que yo sentía tan lejano en mi pensamiento, tocando la misma arena, dejando que el mismo viento golpee nuestras inmensidades, y pudiendo observar tus ojos, el reflejo de tu alma, el que tanto anhele, el que observaba petrificado en tus fotos y solo me dejaba pensar e imaginar un posible encuentro algún día con aquella mujer que me alimento el alma hasta hacer único mis sentimientos. Ahora estoy aquí, a tu lado, sentado frente a ti, y deseando probar tus labios tan dulces como el néctar que emana de las colmenas y tan salado como este extenso mar que nos escolta.


Ella me volvió a observar, esta vez con un brillo diferente en sus ojos, yo pensé fehacientemente que era la oportunidad de robarle un beso, pero no? no fue así, miren lo que me dijo:

¿¡Ves!? ¡Ves que eres un pelotudo!, ¿Cuándo mierda vais a dejar a un lado tu poesía de escritor frustrado para decirme las cosas directamente de una buena vez?, ¡estuve esperando tanto tiempo yo para que me digas que quieres besarme y me sales con el mar, las estrellas, el cielo, el suelo, la arena, el viento, y la mar en coche!.

Mira pendejo, te voy a aclarar una cosa, si vos no vas a tomar la iniciativa la voy a tomar yo, porque esto de andar a las vueltas no es mi tipo, ven aquí, acércate, y dame un beso como un hombre y no como un pajero ¿ok?.


Yo, sin mediar las consecuencias, me empuje con mis manos en la arena, y logre tocar las rodillas mías con las de ella, acerque mi rostro a su cara, y junte mis labios a los de ella. Comencé a besarla, lentamente introduje mi lengua dentro de su boca y casi sin darme cuenta sus manos tocaron mi pecho, alejo repentinamente su cara, dejo de besarme y me grito:

¡Pero boludo de mierda!, ¡así no se besa!, hay Dios mío, con que pedazo de puñetero me tuve que cruzar yo en el destino. Mira, espera un poquito, te lo voy a explicar con un dedo ¿si?, la lengua se mueve de esta manera adentro de la boca de la mujer (y haciendo un ademán con su dedo índice en el medio de mis dos ojos me mostró el movimiento circular que debía hacer la lengua dentro de su boca). Después? ¡préstame atención carajo!, después empiezas a inspeccionar mi boca, recorres mis dientes, la parte de adentro de mis mejillas, intentas tocar el paladar, y luego regresas a la lengua nuevamente para volver a envolverla en tu lengua? pero bueno, no sirve de nada que te lo explique, déjame que yo lo haga dentro de tu boca y después vos actúas en consecuencia y lo haces dentro de la mía ¿si?. Presta atención por favor, no te distraigas, ¡que lo que menos pensé es que te iba a tener que enseñar a besar!.


Ella introdujo su lengua dentro de mi boca y me beso como hasta este momento nadie me había besado, yo no entendía nada, hasta el momento solo había dado besos de contactos entre labios y labios y alguna que otra vez había recorrido las comisuras de la otra mujer con mi lengua pero nunca había utilizado la sinhueso para llevar a cabo una exploración bucal en la otra persona.

Pero bueno, para que mentir, me gusto, fue una experiencia diferente y la disfrute?

El problema comenzó cuando terminamos el beso, claro, ella no quería saber nada de tener ningún tipo de relación sexual, imagínense, yo la entiendo, que quieren que les diga, si no se besar, mucho menos voy a saber hacer el amor, es mas, no sabría agarrarme mi propio miembro, bueno bueno bueno, ¡eso si que lo se hacer che!, tampoco para tanto, ¡que me masturbo desde que tengo conciencia y lo disfruto bien he!.

En fin, ahora el tema era concretar mi sueño de hacerla mía carnalmente, como podía llegar a ese momento de éxtasis esplendoroso en donde las almas se juntan en la danza atávica del amor si había perdido toda la confianza de ella en el primer beso.


Bueno la historia no termino muy bien, en primer lugar me dijo que estaba indispuesta y que no podía hacerlo por unos días? yo claro, espere todo ese tiempo hasta que transcurriera la regla, cuando pasaron los días y llego el momento de su pureza, miren lo que me dijo: ?Fui al ginecólogo, me prohibió bajo cualquier punto de vista mantener relaciones sexuales por lo menos por un mes?.

Yo, claro, le pregunte ¿¡Por qué!?.

Ella sin meditarlo me contesto francamente que en realidad le había comentado a su ginecólogo toda nuestra historia, y su primera experiencia con migo en el primer beso. Que ella no quería realmente llevar adelante una relación sexual con migo y el doctor que a su vez hacia de psicoterapeuta en algunos casos de extrema atención, le contesto que la única solución que le veía al problema era que no tuviese relaciones sexuales con migo por un mes hasta que yo me fuera. Ninguna respuesta muy elaborada de parte del académico, pero bueno, en fin, así se dieron las cosas entre la mujer que movilizo mis sentimientos y yo.

Para ser sincero no estuve a la altura de las circunstancias sexualmente hablando, pero ella se lo perdió, porque no se imaginan lo que le hubiera hecho si la hubiese tenido desnuda frente a mí?

O tal vez si se lo imaginan, o no? mejor no se lo imaginen, porque no quiero provocar ningún tipo de erecciones o lubricaciones excesivas en mis lectores?

Ya escribiré en alguna oportunidad de la forma en que le hubiese hecho el amor a esa mujer que logro en mi provocar los deseos mas intensos, y que bueno, me quede con las ganas de dejar en su ser la magnificencia de mi Jah interior, ?la expresión mas prolongada de mi ser?, la plenitud de mis sentimientos, mi poesía, mi prosa, mis escritos, mis pensamientos, mi todo?


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