Vayamos al silencio del desierto de oro,
donde la arena esconde historias de color,
que luego escribiremos,
mirando al horizonte, cuando se ponga el sol.
Hazme un hueco en tu barco, bucanero de sueños,
surquemos esos mares con olas de pasión,
buscando los delfines, allá en el mar adentro,
conversando con ellos,
y viendo a las gaviotas que llevan el timón.
Una armónica suena,
susurra una canción.
En el mar, una isla,
en mi boca, tu voz.