Déjame que sienta que tus manos suaves
recorren mi cuerpo y le hacen susurrar.
Que mi boca cubra tu piel dulcemente,
sorbiendo tu aroma.
Déjame soñar.
Deja que te diga, aunque tú no existes
y sean deseos de hacerte verdad,
que colmes mi vaso que te pide a gritos
un poco de cielo.
Déjame soñar.