Hace poco, en un programa de radio, intentaron la aventura de lo positivo. Pidieron a los oyentes que cada noche, enviaran mensajes que aportaran luz y esperanza a los amantes del espacio en cuestión. Nadie llamó. Siguieron con el programa el tiempo establecido por puro orgullo, pero supieron que de seguir con el, tendrían que cerrar el garito.¡No vende el lado amable de la vida!. Vende el morbo y las ciénagas.La destrucción y el caos.La pornografia moral y la sangre de nuestras iras y a la vez que vende, se destruye a si mismo.
Opinión |
27 de agosto de 2009
Afortunadamente,puedo permitirme seguir aqui, con ese lado amable al margen de que sea un lado minoritario.Al fin, encuentro el rincón deseado. Seremos pocos pero selectos. Los pioneros de un mundo que tiene que crear su propia realidad desde aquello que nos hace sentirnos bien, sin esperar que lo hagan los demás para nosotros.
Juan era mecánico. Tenía un pequeño taller de reparación de coches. Además de esto tenía una curiosa filosofía del diezmo que he encontrado en mucha gente.Él creía que una parte de su vida consistía en hacer algo por la comunidad. Hacer algo positivo sin más retribución que el agradecimiento a la vida. Lo consideraba como una especie de compromiso adquirido a nivel de educación social.Trabajaba toda la semana, hasta el Viernes por la tarde-Noche. Sábados y parte del Domingo lo dedicaba a la familia. Digo parte del Domingo, porque las mañanas que su esposa dedicaba a ir misa, él las pasaba recorriendo 100 kms de carretera y ayudando, gratuitamente, a todos aquellos conductores que se encontraran con el coche estropeado en pleno viaje.
Era algo que hacía silenciosamente y que tardó en saberse.
Curiosamente este tipo de personas suelen ser extremadamente calladas y pierden pocas energías en la palabra. Han comprendido su propio secreto para encontrarse felices dentro de sus vidas y pasan por las ajenas, de puntillas y tan solo las mecen para agradarlas.
Hay un lado hermoso en cada ser humano. Darle toda la notoriedad al malvado es seguir publicitando lo que no queremos que ocurra y ampliándolo.Es despreciar lo bueno que hay en cada persona. Es no dar importancia a lo que realmente la tiene...los diamantes.