Una de las maravillas que poseemos en esta sociedad es la Seguridad Social y que ?de seguir utilizándola tan mal- nos podemos quedar con una medicina privatizada a la que solo tengan acceso unos cuantos privilegiados, como en EEUU.Ya no irá nadie a amenazar a un médico para que le dé una baja laboral no pertinente. Ya nadie utilizará la muerte del abuelo- que de paso deseaba- para sacar millones a nadie. Ya nadie sacará libre e indecentemente medicinas a costa del contribuyente, etc. etc. etc. ¿Tiene fallos?, ¡claro!, todo sistema humano los tiene, pero infinitamente superior es el lado beneficioso que el pernicioso. El trato- si eres normal- es un trato correcto y perfecto, rozando lo cariñoso- que no tiene por qué-. ¿Perderemos esto?...pues seguramente.
Tenemos muchas maravillas. Llamamos a los bomberos, cuando un enfermo se queda en su casa y con la puerta atrancada. Llamamos a la Cruz roja, para que saquen a ese enfermo. ¡Dios mío!, tenemos todo lo necesario para nuestra protección.
La policía, ¡bendita policía!. Discrepo totalmente de quien generalice esta profesión con cuatro corruptos. Es cierto que cobran su sueldo, pero la sociedad jamás pagará lo desequilibrado de una profesión que tiene que vérselas con lo más denigrante de una sociedad para que esta pueda marchar de forma normal. Ellos y sus familias son el costo de la tranquilidad ajena. Cumplir con sus trabajo a veces les supone alguna paliza.¡Bendita policía!.
Benditas Universidades. Benditos fontaneros. Benditas ONGS. Benditos profesores. Benditos periodistas. Benditos escritores. Benditos labradores. Benditos panaderos. Benditos taxistas. Benditos abogados. Benditos empresarios. Benditos trabajadores. Benditos especialistas en todo. Benditos políticos. Bendito Dios y bendita la vida.¡Lo siento, creo en Dios!.
Si, habrá que seguir luchando y quizá os parezca poco coherente este artículo de hoy con escritos anteriores, pero luchar contra las peras podridas, no significa perder de vista el peral? ese peral siempre está dentro de mi perspectiva
Felices vacaciones y creo que cuando vuelva- definitivamente-me voy a asignar el papel- dentro de este periódico- de ver el peral, porque entiendo que ya todo el mundo es progre y capacitado para sacar las ratas de las trincheras, tantas que nos van a comer.
Yo quiero sacar- a partir de hoy-las rosas encendidas que llenan de aroma el corazón que habitan. Quiero sembrar de sueños el desierto y lanzar al aire, el sonido de un beso.