Permanecí en silencio, en mi tampoco había ventanales por los que penetrara el sol. -¿A quién quieren engañar? Alegría, contento, felicidad.... Iinteligencia, sensibilidad, sentido del humor..... Nadie con sentido no ya del humor, sino común, entraría a comunicarse con tantos locos juntos. Hice intención de hablar, pero ella no lo tuvo en cuenta: -Carpe diem, sin el memento moris ....¿que dicen? Se venden como mercancias gritando sus virtudes y cuando no, gocemos este día y.... ¿mañana? Aún no ha llegado.
-Te tiendo mi mano, dije
-¿Para qué? ¿Donde podemos ir?
-No lo sé, pero podemos caminar juntos. Tal vez encontremos un sitio donde descansar.
Delach.-