Estas primerísimas damas me tienen hasta las narices. No me interesa su palmito, ni su disfraz, ni su biografía de mujer independiente (muy lejos del verdadero concepto de la palabra). No hago mas que leer artículos sobre Letizia y Carla ...(caray, escrito así, sin apellidos, parece que se trate del nombre de dos muñecas) ¡¡qué monas son ¡¡ suben y bajan escaleras, una con plataformones (su marido es un príncipe muy alto) y la otra con bailarinas (el suyo es un presidente bajito). Estas aspirantes a Jackie Kennedy, hacen lo que pueden por ser las perfectas anfitrionas, las más bellas de todas (espejito, espejito) y afrontan la crisis con mucha dignidad porque reciclan modelitos: Es decir, repiten vestido. ¡¡oh, gracias, princesas¡¡.
Opinión |
01 de mayo de 2009Cordelia Colby
Las llaman "cenicientas europeas", Con que encanto, prudencia, recato y salero nos representan ¡ vuelven las portadas del HOLA¡ , las de toda la vida, con pies de fotos de lo mas barroco, a saber:
"Por fin España conoce a
Carla Bruni y asiste a su primera cita con
doña Letizia. El esperado encuentro entre la Princesa de Asturias y la Primera Dama francesa ha dejado de ser la quimera de periodistas y fotógrafos para convertirse en la noticia del día, así como la instantánea de las dos consortes frente a frente, en la foto más codiciada del almuerzo en el palacio de La Zarzuela, que los Reyes, acompañados de los Príncipes de Asturias, han ofrecido a
Nicolás Sarkozy y su esposa, sus invitados de honor de estos dos días de visita de Estado a España.
La sintonía reinó en todo momento entre anfritriones e invitados, pero el trono fue sin duda de las damas, que han estado a la altura de las expectativas en estilo y elegancia. Carla no había hecho sus maletas al azar. Había incluido su
chic de siempre y unos zapatos de tacón como novedad. Se apeó de sus bailarinas por primera vez desde su matrimonio con Sarkozy para asistir a sus compromisos con la
Familia Real española -todos sus integrantes de gran altura- y estrenó traje para su careo con la Princesa. Aprovechó, tras su recepción oficial en el palacio de El Pardo, la que será su residencia durante estos días de estancia en la capital, para cambiarse el atuendo del viaje -vestido de licra negro y blusa blanca estilo bolero del diseñador Azzedine Alaia con zapatos negros de cuatro o cinco centímetros de Christian Louboutin. La Primera Dama se enfundó un vestido azul noche de seda, entallado a la cintura y con frunces en las hombresas, de Christian Dior, y repitió alto de tacón".
Y la prensa oficial de cualquier país, que se ha hecho eco de la noticia con idénticas florituras dignas del mes de Maria de los sagradisimos corazones (niñas del sagrado corazón, muñequitas de salón):
"Duelo de la elegancia: La primera dama francesa, Carla Bruni, y la princesa Letizia, esposa del príncipe Felipe,llamaron la atención de la prensa eclipsando al propio presidente de Francia, que se mostró "contento" por el éxito de su esposa. Esta no se canso de sonreír mientras los flashes se disparaban. Saludo a la reina con un abrazo y dos besos, y en ningún momento le hizo la reverencia, puesto que el protocolo español permite elegir entre hacerla o no".
"Por muchos acuerdos oficiales que se alcancen, todo quedara irremediablemente eclipsado por el vestuario de Carla Bruni para esta primavera". Ahí es nada, esto lo dice EL PAIS. Toma del frasco carrasco. ¿Hemos vuelto a las antípodas o estas supuestas nuevas cenicientas europeas que todo lo acaparan son mas importantes que nada y que nadie?
Se diría que se trata de una extraña regresión al modelo femenino, para aquellas que fueron educadas como princesas y para princesas, cenicientas de rancio abolengo recicladas. Antes chicas sencillas, modelos, cantantes, madres y ex esposas. O lo mismo viene bien para esta primavera, que no se hable de otras cosas.