A tí.-

Desde el dormitonio oigo las campanas del viejo reloj, tres, de sonido sordo, ronco, desabrido como correponde a un reloj de su tiempo. Ajeno al ajuste de su maquinaria y fiel a lo que siempre fue. Exacto y discreto.

Opinión | 25 de abril de 2009
Delach.-

Miro nuevamente tu fotografía e intento captar el brillo claro de tus ojos, la profundidad de tu mirada, la tersura de tu piel. Cierro los ojos y te veo. Dirijo mis manos que, entre tu pelo, acaricia tu cuello, tu nuca. Te acerco a mí y siento la humedad de tus labios en los mios. ¿Estoy soñando? No lo sé... pero tengo el sabor de tu boca en la mía. Abro nuevamente los ojos y te miró otra vez. Tu pelo, suave y hermoso, se enreda en mí cuando tu boca baja buscando otras zonas de mi cuerpo. Te sueño. Perfilo tu cuerpo con mis manos en un esbozo tenue y sin acabar. Noto tus caricias y sueño con una realidad inaprensible... Te deseo intensamente.

Quiero sentir tu calor y tu humedad. Fundirme en ti.....

Quiero hacer mío cada centímetro de tu piel y entregarme a tí de igual modo.

Quiero conocer tu alma y grabarme en ella para que nunca puedas abdicar de mí.

Quiero ser dueño de tus pensamientos como tu lo eres de los mios

Quiero que me pienses de día y me sueñes de noche

Quiero que no haya ni un solo segundo que no sea nuestro

Quiero que me necesites para reir, porque tu risa sea mi risa y para llorar porque tu llanto sea mi llanto

Quiero que nunca haya un invierno de soledad porque siempre nos tengamos el uno al otro

Quiero sentir que me deseas tanto, que tu cuerpo se estremezca en una explosión de júbilo

Quiero que me quieras como nunca has querido a nadie..

Quiero...... seguir soñando.

Delach.-

 

 

 

 


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