Contra la retirada de tutelas

Contra la retirada de tutelas

Adolescente tutelada. Interna en un centro de menores.

Opinión | 03 de abril de 2023
Consuelo G. del Cid Guerra

Víctima de abusos sexuales por parte de un educador, hechos que denunció, siendo esposada como si la delincuente fuera ella, sin que nadie hiciera absolutamente nada al respecto.


Tuvo dos hijos siendo muy joven, como la mayoría de las tuteladas, en busca de una familia estable y soñando con el hogar que no tuvieron. Desde esa construcción urgente, se abren los brazos del desamparo, justificable o no. Como no fue suficiente su periplo institucional en brazos del sistema, ha sido separada de sus retoños, extendiendo la cadena. Existen hasta cuatro generaciones familiares de tutelados: la obviedad de que el sistema yerra desde su propia raíz. Pero no importa. No le importa a nadie. El caso, mediático donde los haya, pasó por distintas fases. Le dieron un trabajo a ella y a su pareja, pero fueron despedidos sin más explicaciones. Sin vivienda fija. Pidiendo ayuda económica a través de las redes para poder dormir a cubierto una noche. Y otra. Y otra .... ¿Por qué no se le dio un piso de protección oficial?. ¿Por qué nadie ayudó a esta madre?. Más de lo mismo, y lo de siempre, con el factor añadido del sujeto abusador, ex esposo de una política también machacada como "el marido de", repitiendo su nombre públicamente hasta la saciedad, como si la delincuente fuera ella. A día de hoy, las criaturas ya no están con su madre. Pero tampoco le importa a nadie. 
Mientras se continúan secuestrando niños en pos de una legalidad discutible, el sistema, que todo lo puede, sigue actuando con la más absoluta impunidad. No pasa nada. L@s afectad@s se agrupan como pueden, narrando cada caso, y cada caso, es un mundo. Intentan defenderse con abogados de oficio que no se enfrentan a la administración pública, porque no pueden pagar por lo privado. Hijos retirados por pobreza, penalizando el estado, como si de un crimen se tratara. Ahora lo llaman "falta de recursos", en ese lenguaje institucional que se impone con gran habilidad verbal, con el objeto de confundir al usuario. Se dice que separar a una madre de su hijo es la decisión última, pero no es cierto. Los ítems que constan en esos tests están claramente conducidos hacia la retirada. "Malas madres, familias pobres, falta de destrezas parentales". Ellos y solo ellos cuentan con ese guión perfecto que todo lo puede. Ellos no presencian ni escuchan el llanto de todos los niños, tienen presunción de veracidad e insisten en defender sus decisiones. 
Hace muy pocos días, una trabajadora social se atrevió a entrar en un canal de youtube contando la realidad que me ocupa desde hace ya casi diez años: todo lo que yo afirmo, es verdad. El efecto rebote, producido de inmediato, dio paso a otra trabajadora social que afirmaba lo mismo. Dejó la profesión al no poder soportar lo que veía a diario. Tuvo hasta pesadillas. Tomaba somníferos y anti depresivos al comprobar cómo se retiran tutelas a diario sin que nadie mueva ficha. Se pierden profesionales que no aguantan la presión del sistema, pero tampoco importa. Quizá, la revolución real debería partir de los propios trabajadores sociales contra el sistema. Son pocos, pero valientes. A una de ellas, tras rebelarse ante las retiradas, llegaron a amenazarla personalmente con tutelar a sus hijos. Este es el mundo en que vivimos. Esta es la España que robó cientos de miles de bebés durante el franquismo, y en su extensión, el sistema actual que lo permite. 


Comentarios


Efemérides







Política de Privacidad
Política de cookies