Respeto por la resolución judicial

Respeto por la resolución judicial

Pedir respeto por una resolución judicial no es de recibo si esta juega en contra de la democracia y los DDHH

Opinión | 03 de noviembre de 2017
Isaac Villavecchia

 

Inés Arrimadas y Xavier García Albiol reclaman respeto por la resolucíon judicial que envía a prisión a, entre otros, cargos electos elegidos democráticamente que no han cometido delito alguno por mucho que digan un fiscal y una juez totalmente parciales.

Esgrimir el respeto siempre parece sonar bien. Tristemente, en ocasiones, y esta es una, respetar una cosa implica dejar de respetar otra. En este caso, respetar una resolución judicial que se pasa por el forro una resolución democrática expresada en las urnas implica dejar de respetar a la democracia.

En Catalunya, el partido de García Albiol, el PP, es puramente testimonial y el de Arrimadas, C's, no suma ni un solo ayuntamiento de los casi mil que tiene la región. No sorprende, en consecuencia, que Arrimadas y Albiol pidan respeto por una resolución judicial que, en esencia, viene a ser lo mismo que dejar de respetar la voluntad de la población. Una resolución a la que, recordemos, se llega tras no más de cinco minutos de declaración contra los que carga. ¿Justicia? Mis cojones.

No es creíble que para reclamar tal respeto afirmen la existencia de una separación de poderes. No lo es porque el fiscal que propuso las penas, el fiscal Maza, fue reprobado por el Congreso, cosa que no parece incomodarle mucho. En sus propias palabras: "No me incomoda ser reprobado por el Congreso", dijo ya en mayo. Se nota, Maza, se nota. Ni le incomoda a usted ni le impide seguir siendo una vergüenza para la justicia. Una vergüenza, recuérdelo, que no caerá en el olvido. Tampoco lo es por la estrepitosa parcialidad de la juez Lamela a quien el destino parece dispararle todos los casos más delicados en lo que a meter a gente relacionada con el procés se refiere. Qué casualidad que fuera la misma que encarceló a los Jordis, Jordi Cuixart y Jordi Sánchez. Estaba de guardia. Siempre está ella en estas ocasiones; ya es mala suerte.

No. Ni Maza ni Lamela son imparciales. Y no. Ni Arrimadas ni Albiol pueden, ni deben, pedir respeto por una resolución judicial que mata la voluntad democrática de los ciudadanos. ¿Desde cuándo la ley (o, en lo que nos concierne, su miserable interpretación) está por encima de la democracia? Estos señores, si quieren gobernar, y visto que no pueden hacerlo mediante las urnas, han optado por la opción política que les da la única garantía de poder hacer algo: Pisotear la voluntad popular y, a lo dictatorial (no olvidemos que las dictaduras también tienen leyes y también funcionan a dedo) mirar a ver qué pueden hacer. Eso y convencer a los -en mayor o menor medida- impedidos mentales, que para eso están los discursos altamente populistas y demagógicos como los suyos.

En conclusión:

Pedir respeto por una resolución judicial no es de recibo si esta juega en contra de la democracia y los derechos humanos. Lo que hay que pedir es fulminarla, no respetarla.

La democracia, en España, está en peligro. Está en coma. O actuamos, o muere. Y a saber si se está a tiempo.

Mientras tanto, desde Bruselas, nuestros políticos, los democráticos, hacen política o lo intentan. La que pueden, la que les permitan. Desde esa Unión Europea que en los próximos días tendrá que decidir si es democrática o se somete a los poderes que parecen querer manejarla.

Para según qué cosas, hay que ser un redomado hijo de Borbón.


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