El SAP se aplica con una facilidad pasmosa en procesos de separaciones matrimoniales contenciosos, y es el arma arrojadiza por excelencia de los Servicios Sociales. Las madres que denuncian abusos sexuales son tachadas de locas, fantasionas o vengativas, y el SAP se lo cuelgan sin más, por las malas, anulando toda capacidad de defensa. Se conceden custodias a padres abusadores, que cuentan también con régimen de visitas supervisadas aún no teniendo custodia. Por su parte -que es toda- los Servicios Sociales actúan en los centros de menores sobre los niños internados, con argumentos como:
-Tú estás aquí por algo.
-Tu madre no te quiere.
-Tu familia te ha abandonado.
Mientras tanto, en las visitas supervisadas, no se permite decir a la madre que quiere a su hijo.
-Deja de darle tantos besos.
-No le digas que saldrá de aquí, porque no es verdad.
-Una más y te quedas sin visitas.
Ese "síndrome" no es de alienación partental. Es el SASS : Síndrome de alienación de los Servicios Sociales.
Si el SAP lo inventó un pedófilo, el SASS me lo invento yo. A las pruebas me remito.