Otra vez se rien de unos padres acongojados y una sociedad que ve como puede quedar impune con la duda razonable que intentan crear entre abogado y cliente, porque alguien tiene que ser el impulsor de que estos chavales cambien su conducta después de tanto tiempo diciendo lo mismo, y es que echando la culpa a un menor es menos la pena a cumplir, diciendo que es en otro sitio hace que de nuevo la investigación vaya a otros derroteros y más gasto y más tiempo y más confusión y más miseria en seres tan jovenes que un mal dia se pusieron manos a la obra y cortaron de forma miserable la vida de una adolescente que empezaba a sentir las ilusiones de vivir un romance que, como casi todos los que empiezan con mal pie, acabó en tragedia, en otros tiempos hubiera sido copla de Concha Piquer, la justicia deberá caer con todo su peso porque no se pueden reir tan alegremente y desbordar a unos familiares que sólo quieren enterrar a su hija, de nuevo Sevilla se ha levantado alegre y se ha acostado triste, sensaciones que conllevan reacciones de toda la sociedad, estos son los problemas de jovenes inadaptados que no dan valor ninguno al ser humano ni a la vida, una pena, si señor, una verdadera pena.