Adiós, princesa

Belén Esteban agoniza como personaje de ese gran hermano VIP. Bastaron unos días de convivencia en directo para recibir el rechazo de todos los españoles que en su tiempo la llamaron "princesa del pueblo".

Opinión | 20 de febrero de 2015
Cordelia Colby

Esperpéntica, irrracional y con un desajuste de emociones muy evidente, masca la tragedia entre yogur y yogur, se ofende por la cosa más tonta y por no tener, no tiene ni estrategia para ganar, porque se sabe ganadora por la cara exactamente igual que cuando su "mira quién baila". Belén lo ganó sin saber bailar, habla sin saber hablar y concursa, también, sabiéndose triunfadora haga lo que haga. Sin embargo, su decadencia está más que clara y hasta el programa ha emitido un comunicado en el que manifiesta su apoyo y solidaridad a su colaboradora con intención de salvarla y haciendo honor al título del programa. Pero esto lo veo negro, la gente no es tan lerda y empieza a cuestionar a una barriobajera hasta ahora princesa, que entre otras lindezas dice que mientras haya mujeres, ningún hombre coge la fregona. Entre esto y el pijama que ha agotado existencias, su llanto descontrolado, sus gritos y suspiros, el novio, la ambulancia, Andreíta, mamá y su siempre fiel amiga Mariví, esto ha degenerado muchísimo. Mientras, Olvido Hormigos no tiene un segundo plano, puesto que su sombra es alargada, más bonita y auténtica, y puede pasar cualquier cosa. Parece que de cuatro a ocho lo más importante es esto, más que cualquier corrida de toros, atentado o festejo, más que la vida misma, España está al borde de la defenestración descarada a su Princesa del Pueblo, que pinta poco, mal, y anda muy aturdida.


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