Ron, la botella de ron

En Cataluña, desde hace años, puedes pedir en cualquier bar "un lladre" (un ladrón) y el camarero te sirve sin preguntar un buen copazo de Ron Pujol. Nada es nuevo. Lo que se sabía ahora es oficial, y gracias a una mujer.

Opinión | 04 de agosto de 2014
Cordelia Colby

La saga tocada y hundida por la ex pareja de un vástago, el más chulo y prepotente de todos. Victoria ha cantado, y ha hecho bien, aunque temo que sea utilizada por muchos, teledirigida por otros y lanzada en su momento como la pelota que rueda en el Camp Nou, césped tratado y cobrado por Marta Ferrusola. Esto no era de esperar, ha saltado por las malas puede que desde el despecho o vaya usted a saber. Lo importante es que se sabe y nunca es tarde para que el ex honorable vaya recogiendo mientras le tiran los trastos. Dicen que se ha escondido, con las persianas bajadas y encerrado a cal y canto.

Tranquil, Jordi, tranquil. No vendrá a por tí la Guardia Civil, eres muy mayor. Tu final de viaje precipitado tiene muy mal pronóstico. Decías que Cataluña era para tí lo primero y te has puesto a los pies de los caballos, hipócrita, tú y toda tu saga, con licencia para matar hasta hace bien poco. Tu amigo Javier de la Rosa ahora no sabe ni recuerda bien si tienes dinero en Suiza, puede que por insolvente.

España es muy grande y Barcelona el Titanic, lo digo por insolventes con yate amarrados a la reja de una celda que va y viene según se acumulan causas y se va dictando sentencia. Ahora rema, marinero. Y cuando te dejes ver, traga los cuarenta mil pitidos que compraste mientras te hacías cien fotos al lado del Borbón.

Otro día cuento más. Va de los testaferros que buscaba tu Oleguer de la mano del nombre de la Rosa. Cafetería Jockey, Club Ideal. El ladrón está servido. ¿Ustedes gustan?


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