Rajoy, te quedan un par de telediarios y ni te asomaste al balcón de Génova a dar las gracias, eres un despechao y un desagradecido que no sabe perder. Esto no te lo esperabas, te sienta como un tiro a tí y toda tu gentuza. Sí, Mariano, que vienen los rojos, te guste o no te guste. Vienen cargados de razón y con grandes esperanzas aunque les aniquile la tormenta verbal y calumniosa que andan vertiendo sobre el recién llegado, toma votos, dale al zambombazo a ver cómo cursa el asunto.
Los psoes siguen hablando hacia dentro, metidos en sí mismos como casi siempre y con tristes tigres tres de pluma facilona que intentan justificar las deserciones en masa, que se largan y sola, sola se quedará Fonseca y la calle Ferraz. González, el que trabajó de presi y nos engañó a todos, anda muy desahogado hablando de la casta como si fuera con él, y es que seguramente resulta que es asunto muy suyo. De obrero le queda nada, le han pillado en un yate con su nueva mujer cargando estómago triste y fotos yogourt - teradas, cobra una pasta infame y patalea con Mariano la victoria de Iglesias.
Os vais a jorobar pero que muy en serio, porque vienen, no es un cuento, vienen los rojos.