Esas multas oficiales por manifestarse,enfrentarse a la autoridad o convocar revueltas,parten de otras pequeñas multas de conciencia incrustadas en determinadas mentes otrora conformes que se rindieron a lo simple desde su más tierna infancia,tras una adolescencia dura y su madurez cómoda,sin plantearse más puesto que han sido mucho menos.Lo malo no es siempre lo peor.Hay quien jamás pronunció un no sé, que no supo crecer,que desde su condición tan ignorada como efímera,se posó en el rencor,en la dorada envidia del vicio más español.
Convertir en adversario a lo distinto es una gran señal de ignorancia.
Por ello, se buscan patrocinadores dispuestos a asumir las multas gubernamentales por protestar,ante cualquier cosa y de cualquier forma.Se aceptan sponsorizaciones de marcas de tabaco y bebidas alcohólicas, puesto que se sigue fumando y bebiendo porque se sigue vendiendo, aunque mate.
Su ley seca contra la libertad de toda expresión no generará más encapuchados que la semana santa o el clan que mataba personas de color.
Si me quieres escribir, ya sabes mi paradero
en el frente de batalla, primera línea de fuego.