Isabel Pantoja lleva muchos años crucificada en los medios, sólo falta apuñalarla en una plaza pública. El linchamiento viene de lejos y yo no sé cómo la mujer aguanta tanto vilipendio. Es un sin vivir del que viven otros, a costa de su malestar, de sus penas, de las cosas que le pasan. Da lo mismo que trabaje o no, que tenga un novio u otro, que esté sola o le crezcan los enanos: Isabel Pantoja es el sello español por indecencia, la piedra de toque del periodismo bazofia, el personaje a matar y el nombre de todas las bocas.
No la dejarán en paz porque si así fuera les faltaría tema. Con Belén Esteban no tienen suficiente, al fin y al cabo ni siquiera es artista. La Jurado está muerta y el rollito cuñada se ha malgastado mucho. Venga, a por la Pantoja. Lo peor de lo peor es que cuenta con una serie de palmeros peligrosos.
No me vale lo del paro y la desocupación, es tan sencillo como no encender la tele cuando empieza el programita de marras, el diario, el de luxe y el del Cristo que lo fundó.