Seguimos tallados por el santo patrón de los imbéciles. Decíamos ayer...Sor María Gómez Valbuena, la monja imputada en el caso de bebés robados, se ríe de todos nosotros sentada en un Mercedes -hermanita de la Caridad- y con letrado de lujo : José María Calero. ¿Quién abona su minuta? ... ¿Quién, con qué habilidad sensible, experto-a en malabares social-mediáticos, decide ficha al abogado/causa Marta del Castillo para la dulce religiosa octogenaria?
Opinión |
17 de abril de 2012Cordelia Colby
Sor María quiso acceder a los Juzgados de Plaza Castilla por la puerta trasera, como todo lo que supuestamente hizo, de tapadillo y por la espalda. Pretendía, también, largarse por el garaje. No consiguió ninguna de las dos cosas, pero sí una protección policial desmesurada, supuestamente autorizada por Ana Botella, cómo no -y digo- por qué así, puesto que el tío de la alcaldesa, José Botella Llusiá, tiene mucho que ver en el asunto. Cosas de familia. Mater amabilis. Mater admirabilis.
Los colorín colorados no dan por acabado el cuento, pero como escribió León Felipe, saben todos los cuentos : No pasará nada. Absolutamente nada. Sor María se negó a declarar, envió un comunicado muy apañado al día siguiente y todo esto huele a podrido. La medida, eso sí, parece incluso ejemplar. Qué despiadados somos acusando a una monja. Pobre ancianita.