JAMAS ME TROPEZARE CON ESTA PIEDRA

JAMAS ME TROPEZARE CON ESTA PIEDRA

En la entrada del Campus de Tafira, de La Universidad de Las Palmas de Gran Canaria, podemos encontrarnos esta piedra en la que alguien hizo esta declaración que invita a pensar. Ningún centro educativo debe limitarse a hacer afirmaciones que describan los mundos ya conocidos por la ciencia, porque educar es facilitar contextos que nos permitan hacer declaraciones creadoras de nuevos mundos.

Opinión | 18 de febrero de 2012
Juan Antonio Saavedra Quesada

No sé si fue alguien que estaba en paro por la crisis actual y había visto la película de Escarlata o un estudiante que quiso animarse ante una calificación. Al verla sentí ganas de que la piedra fuera más grande y me permitiera seguir escribiendo declaraciones que quizás puedan ser compartidas por muchos estudiantes:

Jamás estudiaré para que alguien me apruebe y sentirme dependiente de lo exterior. Siempre estudiaré para aprender y sentirme libre desde mi interior.

Jamás consideraré el estudio una obligación aburrida, triste y repetitiva. Siempre creeré que el estudio es un derecho y un medio apasionante para aprender y satisfacer mi necesidad de crear mundos mejores que el mundo injusto y lleno de mentiras o verdades a medias en que vivimos.

Jamás caeré en el memorismo mecánico de repetir lo que otros dicen. Siempre respetaré el proceso ilimitado de memorización, comprendiendo la información con atención, motivación y orden.

Jamás me apuraré para llegar antes cuando me ponga a estudiar. Siempre respetaré los pasos secuenciados, aplicando las habilidades de pensamiento que requiere el proceso de estudio: observar, analizar, sintetizar, memorizar, expresar y aplicar lo aprendido.

Jamás pensaré que ya tengo un método perfecto de estudio. Siempre podré distanciarme de mi forma de estudiar para descubrir estrategias adecuadas y mejores en mi forma de pensar, sentir y actuar cuando estudio.

Jamás estudiaré repitiendo el pasado mecánicamente o esperando llegar a ser alguien en el futuro. Siempre estudiaré disfrutando la alegría de estar en el presente, cuidando mi postura física y controlando mi atención mental.

Jamás obedeceré a nadie en lo que debo pensar, sentir, decir o hacer. Siempre elegiré libremente mis ideas, emociones, palabras y acciones.

Jamás pondré mi seguridad en la información o conocimientos adquiridos. Siempre disfrutaré de mi in-seguridad o seguridad interior, que es la que permite aprender o seguir probando y mejorando los conocimientos adquiridos.

Jamás creeré que tengo que tener razón ni entraré en discusiones infantiles o en luchas antihumanas por el control del poder. Siempre priorizaré actitudes realistas y respetuosas, que facilitan el aprendizaje continuo a través de nuestros errores y fracasos.

Jamás utilizaré la información y los conocimientos como fuentes de poder al servicio de comportamientos violentos y destructivos para mí o para otros seres humanos.

Siempre me preguntaré qué puedo hacer con lo que aprendo para mejorar la calidad de vida de todos los seres que compartimos el planeta tierra y el universo.

Jamás seré un yo esclavo de mi mente y los aprendizajes adquiridos. Siempre me sentiré un ser humano y estaré orgulloso de mi mente, porque sabe bien que su único y principal objetivo es la supervivencia de los seres humanos, ayudándoles a vivir cada día mejor.

 Jamás me tropezaré con esta piedra porque cualquier tropezón o error será un punto de partida para seguir aprendiendo y viviendo mejor. Las piedras o fracasos que encuentre en mi carrera son sólo parte del camino que me lleva a lograr mis metas. El aprendizaje ensayo o error diferencia la humanidad, orientada a supervivir creando, de los animales programados para sobrevivir repitiendo siempre las mismas acciones.

Juan Antonio Saavedra Quesada.
Director del Instituto Pascal y de la Escuela de Ecología Humana.


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