Mi verdad de hoy

Silencio espontáneo impidiéndome el movimiento. Tráfico de información en los corredores de la incertidumbre impulsando motores de manipulación. Realmente crees que vale la pena pelear en una guerra perdida por naturaleza? El tiempo es lo más valioso que existe, y me niego a perderlo, para otros el bien más preciado es la libertad. Yo las igualo en la balanza, y vivo la vida que elijo, esquivar los golpes y seguir mi rumbo.

Opinión | 10 de febrero de 2012
Roger de la Concepción

La belleza de una inercia carente de esfuerzo es tal vez la respuesta a una pregunta tan obvia que no somos capaces de plantear. Sólo pretendo decir mi verdad, que en realidad nunca me ha pertenecido. El momento más importante de la esclavitud es el día que llegas comprender el concepto de esclavitud y que tú lo eres. Ese es el fin de la inocencia y el momento de tomar decisiones. Hoy no escribo poesía, no busco forma ni emoción, busco contenido y razón. Me temo que a veces toca. Miro mi máscara de Anonymous y sé que el cambio no está decidido falta sólo una persona que se decida, y eres tú, o tal vez sea yo, no crees? Abrumado saco provecho del sistema intentado que me arrebaten lo menos posible, y en el fondo los critico por la misma causa. Me siento un esquirol, y aún así hay gente de mierda que ni me mira a la cara (eso te lo cojo prestado Iván). Una vida cada vez menos monótona, cada vez los cambios (con su peso traumático, dicen) se suceden más bruscamente, dejando su huella, que tarda en borrarse. Las semanas vuelan, los meses vuelan, los años vuelan, la vida vuela, y después? Y antes? Demasiadas preguntas para una sola respuesta. Una acuarela bajo la lluvia que descubre el retrato de mi muerte en el lienzo. (Mierda, las musas atacan de nuevo.) Si no podemos llegar a saber qué somos, intentemos saber qué no somos. No somos diferentes por haber nacido en la otra punta de la ciudad. Vivo en el menos peor de los mundos, dicen, y diez míseros kilómetros cambian la completamente la calidad, y hablo de calidad, de vida de la persona, simplemente hay que mirar estadísticas, mierda de números. Yo no soy un puto número. El clonazepam va haciendo su función, calmando la ansiedad que me provoca el deseo que freno por los daños colaterales, por las circunstancias, por la sociedad, por la cultura. Todo ello influye y se interpone en el deseo real y lo que la parte racionalidad te dicta como digno de orgullo. Lo irracional contra lo racional. Por si no lo han notado soy borderline. En realidad somos el resultado de un algoritmo que nadie se ha molestado en plantear entre lo percibido por los sentido, cómo lo ha analizado y ordenado el cerebro. Y eso es lo que vivimos. Somos millones de influencias que hemos ido encajando como hemos podido. (Es lógico que nadie haya logrado plantear el algoritmo correcto.) He activado todos los genes activables que tenía.


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