Les hemos perdido el respeto, y eso no se gana de nuevo en cuatro días. Iñaqui, el yernísmo cuyo braguetazo normalizó lo anormal, se hizo con un patrimonio cercano a los once millones de euros en sólo una década. Menos mal que se trataba de una entidad sin ánimo de lucro, porque si llega a tenerlo resucitaba la cueva de Alí Babá, Aladino y su lámpara maravillosa... puede que hasta a Blancanieves le crecieran los enanos.
Undargarín: Palacio en Pedralbes, piso en Terrassa, cinco en Palma de Mallorca, dos garajes y un trastero. Al loro con el trastero, porque lo mismo esconde su lado más oscuro.
Improbable, pero no imposible: Referendum nacional, porque querer es poder. Monarquía o República.
La derecha alcanzaría su máximo esplendor ganando cuatro años más de gobierno, se quedaría con toda la pasta y encima nos vendería la gran decisión democrática en boca del pueblo.