Prostitución de valores

Me colé por la alcantarilla de los sueños, y visioné mundos inverosímiles, miles de recuerdos, imágenes en blanco y negro, no reconocí ese cuerpo, caras que olvidé, y en los espejos puede ver sombras sin rostro, palabras vacías y miles de cuentos en los que fieras se alimentaban de su cerebro.  Vi también escaparates con caracteres a muy buen precio, y putas que prostituían sus valores, te hacen mamadas de mente por pocos euros, no pude ver más alla de sus fachadas de buen cuerpo, porque estaban vacías de sentimiento.

Opinión | 28 de noviembre de 2011
Cristina Sánchez Hernández


Vi perros lamiendo charcos de ácido, desechos de corazones profanados y en las basuras la personalidad que muchos desecharon, por parecer mejores, pero menos humanos.

En las aceras, lame-culos por doquier haciendo su faena, comprando amigos vía twitter o en las tiendas, que también ofrecían buenas ofertas, en las vallas publicitarias su mejor marca, falsedad para todos, fácil y desde casa, sin moverte del sofá y con solo una llamada, nunca ví mejor marketing, mejor propaganda.

Y en las esquinas algunas zorras desvestidas, sin alma por supuesto, eso es algo desfasado, algo que no combina, con sus sonrisas en la cara y puñaladas al girar la vista, siempre es mejor un vestido bonito que tener una buena amiga.

En definitiva pude ver demasiado, de todos los colores, niños, viejos, jóvenes, todos siguiendo órdenes, las leyes del egoísmo y de la hipocresía, y lo peor de todo es que al despertar del sueño ví que era real como la vida misma.

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