Pero lo de la Duquesa me cuesta asimilarlo porque tiene bemoles. Por mucho que su nobleza oblique, el Rey pinta ya muy poco en estos menesteres, y a ella no le pega nada solicitar permiso para hacer lo que le da la gana. O lo mismo resulta que lo ha hecho para que Don Juan Carlos trabaje en algo y represente la corona como en los viejos tiempos.
Por otro lado, la prensa ha demostrado una gran solidaridad con la boda del año, y nadie ha tenido narices para decir que estaba hecha un adefesio, y no hablemos de los pasos de baile que se marcó descalza, tiritas incluídas. Es una cachonda, eso sí. Y ?nunca mejor dicho- que le quiten lo bailao. Sin embargo, no puedo evitar sentirme ligeramente molesta cada vez que se frustra un atraco a la banca. De verdad que al hombre le acompaño en el sentimiento.