La acróbata vaginal

Acorralados, el último reality de Tele5, ha fichado a una serie de personajes que no tienen desperdicio, juntos o por separado. Hoy le dedico esta columna a Sonia Baby, cuya profesión no es otra que la de ?acróbata vaginal?, vamos, un oficio como cualquier otro. La chiquilla, rubia platino ?como corresponde- trabaja en la sala Bagdad de Barcelona, donde el espectáculo consiste en contemplar porno en vivo.

Opinión | 03 de octubre de 2011
Cordelia Colby

La Juani, dueña y señora de dicho lugar, es quien defiende a su pupila Sonia por los platós. Pero ahora va a aparecer la Loli ?una prima de la acróbata-, y su propia madre. Ya tienen mánager, se va a liar una podrida importante y no me lo voy a perder. ¿Por qué?...pues verán, resulta que la dulce Sonia relataba llorando lo duro de su infancia. Que la pobre mujer ha aprendido a leer y escribir hace poco, y mucho menos a multiplicar, proeza intruída por su novio, que en horas perdidas le cantaba las tablas mientras ella ensayaba metiéndose media docena de colllares de perlas por el arco de triunfo, además de bombillas encendidas otra serie de objetos que constituyen la acrobacia vaginal. ¡Un respeto, coño! . Que Sonia ha dicho lo pobres que eran en su casa, y a los seis años se tuvo que poner a trabajar cosiendo zapatos. Con lo que la pagaban pudo comprar su primera muñeca a los ocho, que debía ser la Barbie, y afectada por las hechuras, plástico y talante, la tomaría como modelo, digo yo. También ha sido actriz porno y está muy orgullosa de ello, faltaría más, que con su cuerpo cada una hace lo que quiere, pero yo es que esa historia Dickensiana es que no me la creo. Por eso, no duermo esperando la llegada de su prima Loli, la madre que la trajo al mundo, a la Juani defendiendo y las bombillas apagadas en busca de calor vaginal.


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