Dos chicas hermosísimas, de rodillas, cortaban cocaína con una tarjeta del Corte Inglés. Se metieron su raya. Yo encendí un cigarrillo.
-Como te vea alguien?
-Pues como os vean a vosotras?
-Coño, que no es lo mismo. Esto es de toda la vida. Fiesta y un par de rayas.
-Y lo mío también. Que hasta hace cuatro días, mi consumo era legal, pero el vuestro, no.
-Oye tú?que no somos traficantes.
-Ni yo delicuente.
-Pero tía, no fumes aquí, que huele mucho?
-Claro, y lo vuestro no?
-Bueno, tienes razón. Vigila la puerta.
De pronto, sin comerlo ni beberlo, me convertí en segurata. ?Está ocupado?, repetía una y otra vez.
-¿Falta mucho?
-No, ya casi estamos. ¿Y tú?
-También.