Total, para acabar con Camilla Parker de una forma u otra. La Princesa Diana ha sido un fenómeno europeo. Prácticamente una mártir a la que cualquier día beatifican. Y no hay que olvidar que murió como una reina: En brazos de su amante millonario, por accidente. Otros dicen que la mataron, y no me extrañaría, porque la casa real inglesa jamás habría permitido que se casara con un musulmán. A saber. Pero no nos engañemos, se lo montó muy bien. A nadie le gusta que la encuernen, y ella se creyó lo del cuento de hadas, cuando su marido se los ponía como catedrales, y con la misma, que tiene delito. Y fea.
Porque anda que es fea Camilla, pero seguro que el bueno de Carlos, con ella sí tiene temas de conversación. Pero vayamos a la boda, que el niño se les casa. La chica es correcta. Entiéndanme, no tipo Mette Marit o casa de la pradera (Sarah Ferguson). No está divorciada (Letizia) y no la han pillado ?hasta ahora- en un renuncio. Es decir, que vale.
No he conseguido información sobre el vestido. La sombra de Di, al borde de la crisis de ansiedad, desfilando con aquel adefesio avolantado, es irreproducible. Y la cara de la reina (Madre) no se arregla ni con cirugía, a estas alturas. Porque hay que ver qué gesto de malaje. Es una suegra terrible. No hay nada peor que sus sombreros y sus gafas. Dan un susto al miedo, vamos.
En fin, que no tengo crónica. Antes me invitaban, pero desde que me pillaron con un porrillo en la última boda real, me han vetado. No me importa, la verdad.
Criticaré de todas formas, sean las que sean, puesto que los ingleses nunca las pierden.