La parte hermosa de la palabra sabotaje

La parte hermosa de la palabra sabotaje

El pasado día 30, por cuarto año consecutivo, se celebró el IV Sabotaje del torneo estatal de la caza del zorro en Portomarín (Lugo). Esta simpática actividad consiste en pasearse por el campo armados de silbatos y armando ruido para avisar a los zorros de que sus vidas corren peligro a manos de los cazadores que se reúnen con el fin de matarlos.

Opinión | 06 de febrero de 2010
Pere Borràs

Este año se han podido ver situaciones de lo más pintorescas, como que la policía afirmara a los voluntarios que celebraban el sabotaje que lo que hacían era ilegal. Debiera entenderse, pues, que pasearse por el campo armado de un silbato es ilegal mientras que hacerlo provisto de armas letales cargadas, no. ¡Fuerte aplauso para las fuerzas de seguridad del estado! ¿Por qué no me sorprende?

Dejando de lado las simpáticas e hilarantes aportaciones humorísticas de los miembros de la policía al asunto, queda claro que el cabreo mayúsculo de los cazadores que volvieron a casa sin una pieza (que es como llaman a los muertos que provocan) es obra del más que aplaudible éxito de los convocantes de (y participantes en) el sabotaje.

Lo triste es que sabotaje sea una palabra tan fea, porque lo cierto es que aplicada a frustrar (en ello consiste un sabotaje) una actividad consistente en terminar con las vidas de seres sintientes, su contenido es tan celebrable que da gusto ver cuando sale bien.

Hagamos un breve recorrido por los acontecimientos que se produjeron a lo largo de tan particular día:

Los grupos de animados jóvenes que, con el único fin de salvar vidas, se presentaron al lugar, fueron intimidados por las fuerzas de seguridad (que a falta de nada mejor que hacer, como, qué sé yo, detener criminales, se pusieron a poner multas a diestro y siniestro entre los saboteadores por infracciones del código de circulación que no se habían dado) a pesar de lo cual no se amilanaron y ejercieron su libre derecho a pasearse a sus anchas por el campo.

Tras salvarle la vida a unos cuantos zorros que, creo que huelga decirlo, deberían tener el mismo derecho a la vida que cualquier criatura (otra cosa distinta es que los que crean que por ir armados y ser bípedos tienen consecuentemente más derechos, que de todo hay) se vieron enfrentados a unos señores que, por lo que se deduce por lo que sucedió, no parecieron reconocer nada malo en amenazarles con armas cargadas. Digo que no debió parecérselo porque, de hecho, se dió el caso. ¡Fuerte aplauso, ahora, para los cazadores!

En realidad, no llegó a dispararse a ningún defensor de los animales. Las pedradas, eso sí, por parte de los cazadores, no faltaron.

En serio. ¿Está bien? Me refiero a lo siguiente: Aquellos que en aras del tarado placer que experimentan al matar a seres indefensos amenazan de muerte a aquellos que les impiden ejecutar su sanguinaria actividad, son protegidos por la policía, mientras que los que intentan impedirlo, por molestar a los señores de las escopetas, son intimidados.

Quisiera recordar, llegados a este punto, que existen razones que justifican las acciones de los grupos defensores de los animales. Éstas estan bastante bien expuestas en el documental Earthlings (https://es.wikipedia.org/wiki/Earthlings)

Obviamente, podría hacerse un contradocumental que expusiera razones en favor de la caza o de la explotación animal. Como en todo. Lo que veo más difícil es si podría hacerse uno cuyas razones realmente compensaran las expuestas en el documental citado.

Es fácil tildar de radicales, chalados, sectarios y más a los defensores de los animales, pero ¿puede hacerse con argumentos? ¿Puede decirse algo más allá de "son unos radicales" sin más? Bueno, en realidad sí se puede. Pero éstos argumentos en contra de los activistas pro derechos de los animales no gozan de la misma fuerza que los que los supuestos "radicales" esgrimen en favor de sus ideas. Vean, si no, el documental que les he recomendado y díganme si pueden encontrar cualquier argumento que compense lo que grosso modo se expone en él.

 

Enlaces:

Página de Equanimal

Fotos del sabotaje al Torneo estatal de la caza del zorro

 


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