Bajo esta definición a modo de reclamo publicitario se despacha Mattel, aunque la correspondiente agencia habrá creado el monstruito y lo mismo gana uno de los premios gordos en el famoso festival de San Sebastian, encumbrando a algún gigante creativo, director de arte y equipo en general.
Cuesta, además, unos cien euros, precio que no esta al alcance de las familias en paro o sin hogar, es decir, representa la pobreza hecha marketing a costa de "los difíciles momentos que afronta el sector del juguete en la temporada navideña", para que los que siguen siendo pudientes se conviertan en indecentes regalando a sus hijas ese artefacto de plástico , una sin techo pero de mentira, pero partiendo de una verdad como un templo insensible a sus conciencias.
El dinero puede con todo, lo compra prácticamente todo y ahora hasta se juega con la desgracia ajena, esa que les quedara siempre muy lejos. Los Reyes Magos de Oriente, aquellos que aparecieron en el portal de Belén a llevar oro, incienso y mirra, deberán hacer un cursillo acelerado que corresponda a estos tiempos, los mas despiadados, los de la amenaza para el nuevo pobre, descolocado, asustado y al borde de la enfermedad mental. Lo real supera lo virtual, toda ficción, no pasa nada, que la Chochona no tiene sentido, Barbie esta mas que vista y ahora toca lo que toca.
No he conseguido, todavía, encontrar una imagen de Gwen. Me la imagino sucia, con el vestido roto y marcas violetas en los brazos, porque será una yonki, claro, o estará a punto de serlo. Tal vez le falte un riñón, incluso, debido al trafico de órganos, y puede que hasta se prostituya. Tendrá algunos sarpullidos, callos y sabañones, ojeras moradas y el pelo lleno de piojos. ¿Les parece que exagero?. No crean. Si existe la posibilidad de comprar por cien euros un juguete con historia anticipada (porque no es lo mismo uno de esos que se mea, come papilla, llora, habla, ríe o succiona) que una homeless en toda regla, ya me lo creo prácticamente todo. Es vergonzoso, antipedagógico, sarcástico y antisocial.
Las críticas sobre Mattel no se han hecho esperar. Pero ahí tienen este nuevo producto creado para las niñas -se supone- ricas. ¿Y lo de la ley del menor?.
Me he repetido hasta la saciedad diciendo que si el marketing tuviera forma física, yo seria su asesino. Y es que lo mato. Antes o después, lo mato.