Pablo Llarena desafÃa a la justicia europea
En un descarado incumplimiento de la normativa Europea, el Juez Pablo Llarena no admite la inmunidad de europarlamentarios dentro del estado español.
Eugeni Ripol
Parece que al magistrado de la Sala Segunda del Tribunal Supremo no le importa incumplir la ley europea que obliga a los estados miembros a respetar la inmunidad de los europarlamentarios. Así lo expresa en el auto emitido el pasado viernes en el que se enfrenta explícitamente a la resolución anterior del Tribunal de Justicia de la Unión Europea.
Este último auto del juez Llarena ordena la detención de los diputados europeos Carles Puigdemont y Toni Comín y arguye para hacer caso omiso a su inmunidad que las inmunidades afectan “a los miembros del Parlamento Europeo, no a los electos”.
Con esta argumentación, desoye la sentencia del TJUE que explicita que el estatus de europarlamentario se adquiere en el momento de conocerse los resultados electorales.
Aunque ya estábamos acostumbrados a la retórica de los jueces españoles, por lo general esta iba dirigida a justificar sus propias decisiones. En este caso, además, se adentra en el desacato de sentencias emitidas por instancias superiores y se otorga competencias de las que carece.
Para ello, antepone la decisión del Tribunal Supremo emitida el 14 de junio de 2019, que dice que la condición de miembro del Parlamento Europeo requiere el acatamiento de la Constitución y la toma de posesión, olvidando que la sentencia del TJUE la deja sin efectos y que ante una incompatibilidad entre sentencias prima la emitida por el órgano superior, que en este caso es el TJUE.
No es necesario apuntar que para que la utilidad de la justicia europea sea efectiva, esta precisa de su acatamiento, por lo que habrá que ver cómo se las ingenia la Unión Europea para hacer valer las decisiones de sus tribunales ante la desafiante desobediencia que están exhibiendo algunos magistrados españoles.
