Ese espíritu de tribu, ausente en su mayoría por parte de nosotros, los payos, y presente en la raza gitana con una fuerza demoledora, ha conseguido en cuarenta y ocho horas algo tan inmenso como ejemplar. La familia de Mara Férnández Vargas esperaba en el hospital Sant Joan de Deu de Barcelona la llegada al mundo de su hija. La pequeña Mara pasó algunas horas con su madre, que pudo darle el pecho, cuando aparecieron dos supuestas enfermeras diciendo que se llevaban a la recién nacida para una revisión rutinaria. Pero Mara no regresó.
Opinión | 02 de abril de 2015Los padres fueron informados de que se la habían llevado los servicios sociales de Barcelona con argumentos poco sostenibles que no impidieron, sin embargo, la ejecución de semejante barbarie. No es un caso aislado. Los servicios sociales de todo el país, retiran tutelas de hijos con una facilidad pasmosa. Basta con sentarse en sus dependencias pidiendo ayuda. Si se es pobre, no se tiene trabajo o vivienda fija, cualquier madre se convierte en carne de cañón al respecto. No hace mucho me comentó una afectada que con los gitanos no se atreven, puesto que se unen en masa creando manifestaciones y actos de rebelión pública. Es lo que ha sucedido con la familia Fernández Vargas. Las redes sociales ardiendo, una petición en change.org que alcanzó 9.138 firmas en menos de 24h, casi 11.000 "me gusta" en una página de facebook y el apoyo de toda la comunidad gitana de España, Francia, e incluso Portugal. Una unión extraordinaria que provocó la fuerza, sin miedo, plantando cara en masa ante la Consellería de Bienestar Social y Familia, retando a Neus Musté Fernández, su responsable. Este es el comunicado de la responsable de Comunicación de la Unión Romaní:
Así lo hemos leído en uno de los múltiples mensajes que han llegado a la sede de la Unión Romaní, aunque, en realidad, ya teníamos conocimiento del hecho por llamadas personales que desde el sábado pasado habían realizado a nuestra organización los familiares de la niña sustraída. En uno de esos mensajes se decía que la familia de Mara Fernandez Vargas estaba esperando con alegría que naciera en el hospital Sant Joan de Deu de Barcelona una niña. Efectivamente, la niña nació y paso unas pocas horas con su madre y su familia hasta que, según ellos, llegaron dos supuestas enfermeras diciendo que se la llevarían para revisarla.
Como es natural, desde que tuvimos conocimiento del hecho nos hemos puesto en movimiento tratando de averiguar con la mayor precisión posible como se habían producido los hechos para actuar en consecuencia. Así, esta misma mañana nos hemos personado en las Oficinas centrales de la Dirección General de Atención a la Infancia y la Adolescencia dependientes de la Generalitat de Catalunya, organismo bajo cuya custodia estaba la niña recién nacida.
Por parte de la Unión Romaní acudió el presidente Juan de Dios Ramírez-Heredia acompañado del presidente de la FAGIC, Simón Montero y del secretario de la misma federación Pedro García Jiménez. En la puerta de la Dirección General un centenar de gitanos y gitanas reclamaban la inmediata devolución de la niña a sus padres.
Debemos manifestar que mientras los técnicos de la DGAIA cumplimentaban con los padres de la niña el expediente de la intervención, Juan de Dios Ramírez Heredia, junto a Simón Montero, se entrevistaban con el Subdirector de la Dirección General, don Joan Mayoral Simón. Fue una conversación amable, respetuosa por ambas partes, pero radicalmente enérgica por parte de los representantes gitanos que pedían la inmediata devolución de la niña a sus familiares.
Al cabo de una hora tuvimos noticia de que la decisión finalmente tomada era la que dicta el más elemental sentido común: que no hay ley divina ni humana que diga que los hijos se pueden quitar a sus padres salvo en circunstancias muy extremas que puedan poner en peligro la vida o la integridad de los menores.
Lo hemos pasado mal, pero al menos por el momento, los esfuerzos de todos han merecido la pena.
Silvia Rodriguez Gómez
Responsable de Comunicación de Unión Romaní
Mara fue devuelta a sus padres en cuarenta y ocho horas, al parecer, la cobertura mediática de Tele5 resultó definitiva. La cadena que actúa ante el ruido, como casi todas.
La pequeña Mara, arrebatada bajo argumentos confusos y devuelta sin más explicaciones. Este es el proceder de los Servicios Sociales. Miles de madres payas luchan por recuperar la tutela de sus hijos. Una de ellas es la joven alicantina Elohim Peñalver Boronat. Seis meses de lucha -hasta ahora- estéril, una huelga de hambre y toda la desesperación de su mundo. Para poder difundir su caso, en un acto de pura rebelión, nosotras sólo pudimos disponer de un minuto: