¡Bienvenida, Pérez!

¡Bienvenida, Pérez!

Parece olvidada entre el huracán Corinna y esa Preysler tranquila tras tanto devaneo. Agitar el recuerdo de Bienvenida Pérez Blanco -también Bienvenida Buck ó Bienvenida Sokolow- es un acto tan frívolo como los inicios de las tres juntas, y tan aparte que ese trío de damas consiguió en sus momentos ser asunto de estado. Por Isabel Preysler dimitió un ministro, Corinna Zu-Sayn Wittgenstein coloca al Rey de España en el peor lugar tras un derecho a roce -con Majestad y yerno- mezclado con empresas, cacerías y demás. Bienvenida es distinta, aunque cuenta con el denominador común de las cortesanas, geishas y cazadoras de hombres.

Opinión | 01 de marzo de 2013
Consuelo G. del Cid Guerra

Se hizo llamar Bernardette hasta pasados los veinte. Nació en Valencia y es hija de un afilador de cuchillos. Se le quedó la música de aquel diapasón añejo y el carrito rodante que paseaba calles. Bienvenida viajó a Londres ya cumplidos los quince y se independizó a los diecinueve. Trabajó en la Escuela de Londres de Higiene y Medicina Tropical, en Halcrow y Mercedes Benz. Allí conocería a lo más grande y alto. Su pasión por las mejores boutiques y toda prenda de marca no hizo más que empezar.

Exactamente igual que Isabel y Corinna,se ha casado tres veces. Es un número bueno y de un gran amor propio que la gente no acaba de entender. Critican los tres hechos otras mujeres vagas que se han cepillado a cien, pero no a todos les consta.

El primer marido de Bienve fué nada menos que el Secretario de Estado para la Marina y diputado, Sir Antony Buck. Tenía treinta años más que ella -no son nada- y se casaron a las tres semanas de conocerse. Le duró cuatro años. No pudo soportar el alcololismo de Buck : Es lo que tiene pasar por la vicaría con semejantes prisas, y si Bienve aguantó, no fué por otra cosa que las elecciones del 92, en las que habría supuesto un enorme escándalo el divorcio, afectando -sin duda- a los resultados políticos. Ya había llegado lejos. Pero hay más. Nuestra ya Lady Bienve tonteaba (es muy lista) con el Jefe del Alto Estado Mayor Británico, Sir Peter Harding. Este Sir la colmó de regalos y cartas de amor. Su ex marido, Antony Buck, tuvo a mal encontrar una de las cartas y la amenazó con la prensa yelow. Y de perdidas, al lío.

Lady Bienve grabó conversaciones íntimas con su Peter y se fotografió con él en sensualísimas poses. Sacó 175.000 libras esterlinas al News of the World y unas vacaciones de lujo. El hecho le costó el puesto a Peter (lo mismo que pasó con Isabel y el Ministro) y se abrió una profunda investigación ante la sospecha de que Lady Bienve pudiera ser conocedora de secretos de Estado. Ahí es nada.

Su segundo marido fué un conde ruso de nombre Nicolás Sokolow. El nuevo señor de Pérez, un forrado marchante de arte, la convierte en aristócrata (lo mismo que Corinna con su príncipe). Le duró sólo dos años, y en ese tiempo, Milady publicó unas memorias tituladas Countess Bienvenida Sokolow, y se armó la podrida.

Bienve regresa a España y conoce a su tercer marido,Eduardo Jimeno, un rico abogado andaluz. Entra por la puerta chunga en un reality y se pelea a muerte con Bárbara Rey. El último señor de Pérez tuvo a mal fallecer, y Bienve, viuda alegre, ( el mejor y mayor de todos sus estados) se dijo que hay que seguir viviendo.

Publicó un libro de autoayuda, de auténtica autoayuda, y no esas estupideces que nos colocan los gurús. Hazte Valer . Las intelectuales lo leen en los aeropuertos y las pijas en los bares. Las primeras jamás confesarán haberlo leído y las segundas también se lo callan pero lo cuentan en su diario. En cualquier caso, cabe destacar que ambos grupos lo forran con seda y un Buda estampado. Hazte Valer tiene tela, pero Lady Bienve, más. Tiene un novio de 28 años y se presentó el año pasado como candidata a la alcaldía de Liverpool, ciudad donde reside.

Princesas, marquesas,Ladys,condesas...lo han sido por matrimonio y su nobleza no obliga.

Ah, girl, girl ...Que los chicos deLiverpool levanten la cabeza. ¡Bienvenida, Pérez!


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