El ex novio de la peluquera

Aquí no hay ya quien corra un tupido velo. Se acabó lo que se daba. Lo que mangaban, sostenían y manejaban se coloca a diario sobre el tapete: No, no, no, no... María Cristina, que no, que no... Touché, darling.

Opinión | 21 de enero de 2012
Consuelo G. del Cid Guerra

Se lanzó el guante blanco con una recortada imagen de la virgen que más guste, por protegida que esté SAR y su santa devoción. Por dios, por dios...ay, la patria, ay, el Rey...

-Su marido le soltaba cada semana una serie de cantidades por conceptos no aclarados que partían de Aizoon : Entre 500 y 700 € mensuales. ¿Será el interprofesional, su mínimo salario de expatriada egregia o la calderilla para gastos generales o simple.Mente la semanada? . Tiraba también de pasta para amarrar los yates, viajes de lujo y demás. Valor, se le supone, como en el ejército. Morro, le sobra. Jeta, la suya.

-Ayer, el abogado Fernando Pamos  denunció a la Infanta Cristina en la Sede de la Fiscalía General del Estado para que -si es posible- quede claro su papel en Aizoon, además de una serie de compras no aclaradas, mas lo que pueda colgar.

-Ayer, también, fueron publicados una serie de correos electrónicos en los que Urdangarín habla de un desahucio y se pregunta cómo podrían cobrar los alquileres atrasados a quienes ya se encontraban en lo que vulgar.Mente se entiende como la puta calle, además de buscar solución rápida a una serie de "compras de SAR que no puedo justificar por gastos de Aizoon" de la forma más lógica: "ok. Se lo gasta en algún regalo para mí, ¿no?". Hala, justificado está.

Pero la reina le defiende y llora por los rincones de palacio, muy despacio, perdida en su propia historia. Viajó para ver a su hija, nietos, y ya -de paso-  yerno, hecho que no gustó nada de nada a su venerado -rey nuestro, marido suyo- Juan Carlos, que la dejó completamente sola en nochevieja. Sola, con muchas velas, pero sola. Y es que parece que la estoy viendo, porque me la imagino frente al televisor tragándose las uvas mientras Isabel Pantoja se las daba, de una en una, y la pobre Sofía tarareaba una y otra vez Era mi vida él, y mi mañana...
 Losantos nos habla de cinco mil euros en catering (sushi, para más señas) , seis mil quinientos en vino del bueno, que para eso son Duques, otros tantos miles en flores y -pásmense- dieciseis mil en teléfono. Ahora entiendo por qué Urdanga acabó fichado por Telefónica, pero lo que no acabo de comprender es por qué viaja siempre gratis con Iberia. Qué labia, Federico.

Si ya en 2006 recibió Urdanga un toque real, pero no hizo ni caso. Quién te ha visto y quién te ve, Iñaqui. ¿Recuerdas aquel entonces no tan lejano, cuando vivías con tu novia en Barcelona y andabais los dos montando una peluquería? Aquello era bonito, sin pretensiones, un pequeño negocio con ánimo de lucro para peinar señoras de la mejor manera.

En el club de balonmano de la ciudad condal jugaba un buen chico, aunque no precisamente un Einstein: Iñaki Urdangarín, quien vivía con su novia (de iniciales C. C., de Puigcerdà) desde hacía años. Los dos proyectaban casarse y para ello montaban una peluquería (pagada al parecer por la familia de la chica), para que Iñaki, un tanto cabeza  loca y cargado de deudas, sentara cabeza de una vez. Pero se cruzó en su camino Cristina, quien fue rápidamente presa de furor uterino. No dejó de hacerse la encontradiza (en el Puerto Olímpico muchos la recuerdan con unas copas de más y persiguiéndole descaradamente). Iñaki no vaciló ante el acoso y tomó el dulce. En poco tiempo rompió con C.C., y la familia real, esa tan digna, pagó sus deudas para hacer posible el enlace (anécdota: rechazaron escandalizados la proposición de alguien que quería diseñarle un escudo donde figuraba una pelota). Al chico le nombraron duque, le adjudicaron (como antes con Marichalar) algunos sillones en consejos de administración. (Los incombustibles Borbones, Fernando de Andrade).

Y desde entonces, Iñaqui, no habrá llovido tanto, digo yo, pero al lorito, porque cómo te ha cambiado la vida, muchacho. Os buscan a tí y a la infanta miles de paparazzis, habeis tenido que triplicar vuestra seguridad (no problem, paga el Ministerio de Defensa) y tu viaje de incógnito a España se dice que ha sido el último servicio de los nacionales inteligentes.

Se os acabó el chollo. Este es ya un viaje sin retorno, aunque lo pague Iberia.

Tenías que haber sido el marido de la peluquera, y lo sabes.


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