Sandoval y Polo

El show de la pareja esta supera todo lo imaginable en la caja tonta y la otra caja con ínfulas terapéuticas que se ha montado el Sálvame ese que a todos les hunde.

Opinión | 02 de agosto de 2011
Consuelo G. del Cid Guerra

Menos mal que acaba de llegar la Superviviente, Rosa Benito. Y la pobre Sonia Monroy, ingresada con piedras en el riñón y muy mal perder. No es que no tengan sentido alguno del ridículo, es que no lo conocen. Pero vamos al culebronazo Polo-Sandoval: Por mucho que les extrañe a todos, yo estoy con el más loco, porque el otro me inquieta. Se sacó ochenta mil euros en Enemigos Intimos y estuvo como un maniquí, al borde de la cera fría pero sin depilarse. Se cree que quedó como un señor pero no lo comparto en absoluto. Polo es un chulazo que conoce a estas alturas el precio del silencio, y lo ha negociado pero que muy bien. Sabe estar, puede que incluso convenza a un sector determinado de la cutrez ágrafa, y hasta le saldrán novios. Su eléctrico ex, Víctor Sandoval, por histérico me parece sincero. Ha perdido los papeles, y lo sabe. Llora, grita, amenaza y lanza objetos contra la pared. Maldice, repite, cuenta sus más recónditas penas conyugales y sólo le falta autolesionarse. Se le ha dado cancha y tiene pista para rato.

El dineral que mueve todo esto es obsceno, y la cantidad de desocupados aumenta, con lo cual, tira de audiencia a la hora de la siesta y también a la del casquete, Lo digo por las noches de luxe. No tengo la menor idea de cuánto puede durar este programa al que todos critican pero mucho más de la mitad no se lo pierde. Y es que la única fruta del amor es la banana, sí señor...


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