-La escribí del tirón, cuando me separé- Charo enciende un cigarrillo y no deja de abanicarse. Atacada por una incómoda sinusitis, tose que tose. Su casa es blanca, práctica.Mente transparente, como ella. Decorada con un gusto exquisito, los adornos justos, colocados sobre lo adecuado y sin estudiar rincones. Lleva la cara lavada. Ni rastro de maquillaje.
Opinión | 05 de marzo de 2011Me trae un café negro, sólo. La taza es azul marroquí. Intenso, mucho más allá del cielo protector.
-¿Vas a escribir sobre esta velada?
-Sí, claro que sí -respondo-.
No sabía que cantaba, y menos que componía. La letra y música son suyas. Una pequeña habitación encierra ese estudio musical. Su puño y texto se encuentran por todas partes.
-Es que yo escribo como hablo...
Y es cierto. Rotunda, concisa y clara. Son pequeños poemas casi domésticos que encuadra al son de un flamenquito en el que se te van las manos entre aspavientos y risas. Su voz es una ducha fresca permanente, mermelada y mostaza, mezcladas sin masticar al paso de esa garganta noble. Qué mujer. Engancha como los asuntos necesarios. Dicen que es de pocos amigos.
-Apunta esta palabra: Incuajable.
Resfregoncillo, beo, lumiasca... domina su propio caló, se pone y quita las gafas. Acaba de lavarse el pelo, echa hacia atrás la cabeza en busca de volumen, se hace una coleta, la deshace, parece que no le gustan los nudos y agita esa melena castaña, clara, justo a la altura del final de sus orejas.
-Oye, que pareces gitana...
No es la primera vez que me lo dicen y para mí es todo un halago. Le pido algunas fotos. Me quedo contemplando un retrato en sepia donde aparece con una larga mata de pelo y esos ojos felinos, de negra noche, dispuestos a enfrentar la llegada de cualquier día. Es hija de torero. La entrevista se queda en conversación.
Aparece su marido, José Soto, alias Sorderita. Es un Quijote. Delgado, tieso como un junco. Me conduce hasta su estudio y escucho la voz de Charo en varios temas inéditos. Buscamos el youtube de su "Menú del día" mientras ella se abre su página en facebook.
-Me dá un poco de miedo esto del face...
Seguimos. Vamos a seguir a Charo Vega, porque no tengo ni la menor idea de hasta dónde puede llegar...