El PRC retira su apoyo a Sánchez y votará en contra de su investidura
Tras conocer el pacto del PSOE con ERC para formar gobierno, la ejecutiva del Partido Regionalista Cántabro ha decidido votar contra el candidato socialista.
Pere Borrà s
El PRC ya había advertido los días previos que no aceptaría un pacto del PSOE con ERC para investir a Pedro Sánchez.
Hoy que la españolidad histriónica pesa más en política que la propia gobernabilidad, no sorprenden decisiones que más tienen de exabrupto que de estrategia.
Revilla, que ya había señalado con anterioridad que "Ninguna carretera, ningún AVE, nada justifica el que nos carguemos la unidad de España", ha subrayado con esta decisión que sí, que iba en serio, que mata a su pueblo de hambre antes que admitir que los catalanes puedan expresar su voluntad en un referéndum. Lo cual, viniendo de un partido que hace hincapié en su carácter regionalista (cántabro, se entiende), resulta, cuanto menos, divertido. Porque claro, Revilla es presidente gracias a un pacto con el PSOE que garantizaba el voto favorable a Sánchez por parte del diputado del PRC en el Congreso, José María Mazón quien, de no cambiar de postura, todo parece indicar que votará en contra, que es la forma menos bonita de no votar a favor de las dos que hay.
¿Debería, en virtud a la ruptura del pacto con el PSOE, abandonar Revilla la presidencia de Cantabria? El sentido del honor dictaría que sí, pero como en este país de puñaladas la traición sale a menudo gratis, cuando no se premia, pues no parece que vaya a hacerlo. El panorama, en cualquier caso, invita a ir, como diría Boye, por palomitas.
