Señor Presidente, suba las persianas

Señor Presidente, suba las persianas

En cualquier multinacional, el último en enterarse de lo que realmente sucede en la empresa, es el Presidente. Inmerso en grandes asuntos, no se detiene en pormenores varios cuya bola aumenta con el paso del tiempo.

Editorial | 06 de julio de 2020
Consuelo G. del Cid Guerra

Cualquier chupatintas que empieza robando bolígrafos, puede acabar montando una tienda con el material robado. No me lo invento: ha sucedido, y no es más que un pequeño ejemplo.

Son muchos los alemanes que niegan el holocausto: afirman no saber nada ni haber visto nada. Alguien preguntó en una ocasión a una persona que vivía cerca de un campo de concentración si no se percató del humo, y el mismo respondió: "teníamos las persianas bajadas porque así se nos indicaba".

Esas "persianas" existen metafóricamente en las altas esferas. Cuando se expone una verdad peligrosa, como es la de la retirada injustificada de tutelas, no somos creídas.  "Por algo será, no es posible, no se retiran hijos sin más". Sí, señor Presidente. Pero usted no lo ve, no escucha, no atiende, no tiene ni la menor idea porque está muy arriba, en lo más alto, presidiendo un país que se cae a pedazos mientras el negocio aumenta. Lo que sobre el papel se sostiene -es decir-  el método oficial, su "sistema" perfectamente ideado y en manos de supuestos "profesionales", continúa separando hijos de madres con una crueldad extrema. El proceso desnaturalizador se ejerce sin dilación, paso a paso, destrozando la vida de los niños y sus familias. Y de todo eso, señor Presidente, usted no sabe nada. No porque no quiera, sino porque se reúne con cargos elevados que sostendrán hasta el fin de sus días el asunto. Bajar a la realidad supone un viaje demasiado largo, a la par que complicado, y nadie parece estar dispuesto a ello. Se negó durante décadas el robo de bebés franquista, hasta que no quedó más remedio que reconocerlo tras el levantamiento de miles de víctimas. Se niega su extensión en la actualidad, y se continuará negando hasta que todos, uno por uno, sean expuestos a auditorías externas todas las horas de sus días laborables. Funcionarios cuyo poder es ilimitado mientras se retiran tutelas sin intervención judicial. Sagrados. Los nuevos dioses de esta democracia discutible que protege sus decisiones basándose en los "ítems" que inclinan una falsa problematización aumentada y corregida porque el sistema los ampara en la gran mentira de cada niño al que ustedes llaman "desamparado".

Señor Presidente: suba las persianas, escuche a los afectados, atienda a los activistas, asuma lo que sucede y tome las medidas pertinentes. Aquí no hay una cabeza, porque ya estaría cortada. No es una cuestión de nombres sino de ideas extendidas desde una memoria reciente que lo dejó todo atado y bien atado mientras España transitaba por el cambio. Los partidos políticos han sido informados, pero no han hecho nada. Hágalo usted.

PD. "Su mensaje se ha enviado correctamente. Gracias".

"Te escucho". Página de Pedro Sánchez.


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