Xelo Huertas (ex diputada y ex presidenta del Parlamento Balear), se dejó la piel en 2017 solicitando una auditorÃa al IMAS que fue rechazada. Su objetivo no era otro que cumplir con la verdadera labor de un polÃtico: denunciar injusticias. Lejos de ser escuchada, empezó el mobbing.
Burlada, vilipendiada, ofendida y tachada de loca: exactamente lo mismo que hacen con las madres que reclaman el regreso al hogar de sus hijos injustamente tutelados.
Huertas puso sobre el tapete todo un sistema, y eso, no convenía, por tanto -literalmente- no fue de recibo. Ahora que el escándalo está servido, cabe preguntarse demasiadas cosas.
- Las retiradas de tutela injustificadas argumentando motivos insostenibles, destrozando la vida de los niños y sus familias.
- Prostitución en centros de menores: lo que se sabía y era un secreto a voces sin que nadie hiciera absolutamente nada.
Las niñas, alejadas de su entorno, arrancadas de los brazos de sus madres, no se prostituían en el seno familiar. Ha sido el sistema quien las ha llevado a semejante aberración. ¿De qué protección estamos hablando? ¿Qué desamparo era ese, cuestionado, argumentado y estampado en los informes?
Fina Santiago (Consellera de Servicios Sociales), ha reconocido públicamente que los técnicos alertaron hace más de diez años de que las niñas tuteladas se prostituían.
Señora: por no saber, es que no sabe ni estar, y tampoco defenderse. ¿Cómo puede despacharse con semejantes argumentos?
Y no dimite. Y no se larga. Y tampoco la echan. Está aguantando el tirón mediático, que de sobra conoce, esperando que pase la tormenta. Los medios locales empiezan a callar. La televisión balear, más de lo mismo. Solo la radio continúa informando sobre un asunto tan sumamente grave.
Fina Santiago cobra un pastonazo anual: setenta mil euros más dietas, y no va a dejar su silla. Sus justificaciones no se sostienen con ningún argumento. Hace muy pocos días dijo estar "detectando más casos de explotación porque trabajamos". ¿Y antes no trabajaba, Consellera...? ¿Cómo espera que los padres de estas niñas asuman sus patéticas declaraciones?
No, consellera, no. Contemple el NO de las niñas, secuestradas por un sistema que ha negado derechos fundamentales a sus madres, desesperadas, rotas y humilladas. ¿Tutelar para esto?. NO, consellera. NO.
Esto NO es un juego político. Tampoco un asunto de intereses varios donde el poder se maneja a conveniencia. De "fina" no tiene usted nada cuando no escuchó a Xelo Huertas en 2017. Y durante esos tres años, niñas tuteladas se estaban prostituyendo.
Flaco favor a los derechos más elementales de la mujer, señora. Porque usted, como mujer (ante todo), debería temblar ante el NO de las niñas que han sido tuteladas contra su voluntad. Ahora ¿quién las va a escuchar? ¿Están esperando su espantosa narración en un juzgado para después decir que lo han hecho voluntariamente? NO.
Menores, señora, menores. La palabra que tanto utiliza el IMAS para "proteger", minimizando derechos y deberes. Su mente ya no está sana, y sus cuerpos, tampoco. Violadas a diario por una serie de cerdos babosos que han hecho cola mientras las instituciones miraban hacia otro lado. Qué vergüenza. Y qué asco. Mientras un batallón femenino defiende los derechos de la mujer en las calles a grito pelado, nadie escuchó a quienes advertían de lo que estaba pasando: y NO, es NO.