Imperecederos, como se demuestra en ?Crescendo? (libro del alumno), de Pilar Pascual Mejía (Editorial Pearson/Alhambra). En él aparece como canción del verano la partitura de sus ?Quince años tiene mi amor?. Por lo tanto, no van a pasar nunca al olvido.
En aquel entonces, nos cantaban que nuestro amor empezó a la buena de Dios, que éramos las chicas con las que siempre habían soñado, unas lindas muñecas y que buscaban una muchacha como nosotras. Pedían perdón por su ingratitud. Los finales del verano llegaban uno tras otro y las ausencias se hacían presencia de tristeza. .¿Por qué te vas? Nos preguntábamos cada una interiormente. Quisiera ser tu gran amor, añadíamos sin palabras, viendo partir como en una nube aquel sentimiento del verano. Pero quedaría su huella, cobijada en medio del misterio, guarecida en nuestros corazones. A veces nos eran infieles con Carol, Mari Carmen, Lolita o Mari Lou y tal vez nos quedaba el sabor de un amor amargo, pero todo se lo perdonábamos, a pesar de que en algunas ocasiones recordaban a una tal María del Pilar. Sin embargo, no nos importaba, nos considerábamos cada una la primera que había ganado a las demás.
Seguimos siendo jóvenes, como ayer, exactamente igual que ayer, ya que para las emociones no hay edad y da lo mismo que sea un poco más difícil bailar el Twist o el Rock and rock de la alegría, a consecuencia de que las bisagras hayan comenzado a chirriar. Da igual. No queremos pensar nunca que lo nuestro ha terminado.
Y de tantas cosas más han llenado nuestra vida que yo, ahora, cuando ya he perdido todas las partidas, cuando duermo con la soledad, cuando se me cierran las salidas y la noche no me deja en paz, cuando siento miedo del silencio, cuando cuesta mantenerme en pie??, resistiré para seguir viviendo. Aunque mis sueños se me rompan en pedazos, resistiré, resistiré..
Hoy, sus canciones siguen teniendo el embrujo que atrapa, no importa la edad que se tenga. A la gran mayoría han gustado y siguen haciéndolo.
Me voy a resarcir de no haber podido conseguir ni siquiera un autógrafo suyo y en un descanso de los ensayos, ya que van a grabar un directo en esta sala Mozart de Zaragoza, les voy a hacer todas las preguntas que me vengan en gana y que, por supuesto, me admitan. Me voy a vengar?no les perdono el haber pasado desapercibida?
P: ¿Os enorgullece el que incluso vuestras partituras sirvan de referente en los libros de los estudiantes?
R: La verdad es que esas cosas enorgullecen, porque parece que lo que hemos hecho se considera diferente y básico en las relaciones humanas, nos encanta y nos engrandece.
Además del libro al que tú aludes en España -dice Ramón- también, anteriormente, en Francia, para aprender el español ya había dos textos en los que aparecían las canciones ?Esos ojitos negros? y ?Balada gitana?
P: ¿Comenzasteis realmente a cantar cuando estabais en la mili? ¿Tuvo que ver en ello algo Zaragoza?
R: Tuvo que ver. Nosotros ya habíamos empezado a cantar, teníamos afición, cada uno por su lado. Yo tenía un club de Jazz en Barcelona -comenta Manolo-allí venía Pepe Montoliu y otros grandes músicos. Cantaba canciones con ellos. Ramón tenía un trío de voces, estilo Panchos y tenía mucha idea de guitarra. Como trabajábamos juntos, en la misma empresa, aprovechábamos algunos momentos para cantar canciones modernas que yo sabía, con la técnica que él tenía de hacer voces y de dar un sonido diferente.
Habíamos terminado la carrera que seguramente hubiera sido la que nos hubiera dado de comer en esos momentos, pero decidimos abandonar el trabajo, porque era una industria muy militarizada. En ella no hacíamos el servicio militar, pero a cambio, teníamos que firmar por obligación el estar cinco años con ellos. No quisimos, porque pensamos que era mucho tiempo y hubiera significado dejar en el camino nuestros sueños. Entonces, automáticamente y como castigados, nos mandaron a la PA, desde la base de Castilla, a la base de la PA, en Valenzuela, en Zaragoza, pero que era conjunta con los americanos. Allí hacíamos todas las guardias de los españoles y, además, las de los americanos. Así que estábamos permanentemente de guardia. De modo que sí, Zaragoza ha sido muy importante, si no en nuestros inicios, si en la continuación y despegue de nuestra carrera musical.
P: ¿Cuándo componéis una canción, sois los dos artífices de letra y música o uno es más especialista que el otro en alguno de los dos aspectos?
R: Lo que ocurre es que cuando se forma un dúo, un trío o un cuarteto, hay cantidades de ideas que se plasman en un momento y que el uno se las dice al otro y que éste se las corrige y el otro le dice que le parece bien o que no está de acuerdo?.Eso es lo que pasó en un principio. Hay canciones que las hemos hecho uno solo y que luego las hemos revisado conjuntamente. En ocasiones quedaban como estaban en un principio. En definitiva, siempre ha habido consenso en lo que íbamos a hacer. Otras, por supuesto, han sido compuestas por los dos al unísono.
P: ¿Ha habido alguna canción especialmente dedicada a alguna chica de la que os hayáis enamorado?
R: No. Solamente le dediqué una vez una canción a mi mujer ?dice Manolo- y no la cantamos nosotros nunca. Tuvo muchísimo éxito. La cantó un chico vasco. Concretamente se titulaba ?Una sencilla canción de amor?, pero ninguna más.
P: Creo que, aún estando en la distancia, seguís componiendo. ¿Podéis explicar cómo lo hacéis?
R: Ya no componemos tanto. Nosotros componíamos porque grabábamos conjuntamente y ahora ya no lo hacemos. De vez en cuando, si nos piden que hagamos un disco, pues lo hacemos. Lo que sí somos es muy críticos con nuestras canciones y eso quizá ha sido la clave de nuestros éxitos. tenido Posiblemente hemos sido de los artistas que más números uno han tenido en listas, más o menos han sido 17 ó 18. Aproximadamente, hace dos años que apenas hemos compuesto nada.
P: Tenéis vuestras parejas desde hace muchos años pero?¿sois conscientes de que habéis dejado muchos amores por los caminos, simplemente surgidos al veros actuar? Ahora tenéis que hacer alguna canción que hable de carceleros, porque lo fuisteis.
R: Posiblemente habrá sido así, pero no hemos sido demasiado conscientes de ello. Hemos sido muy normales en nuestra vida. Llevamos cuarenta y tantos años haciendo vida familiar y sí debemos decir que la hemos antepuesto siempre a la artística. Lo primero para nosotros ha sido nuestra familia. Sí que es cierto que hemos trabajado mucho, o sea, nadie nos ha regalado nada. Nos lo hemos currado todo. Pero con la idea siempre de decir, si tenemos que elegir qué sacrificar, indudablemente nos hubiéramos decantado por la vida profesional. Tal vez, si hubiera sido al revés, hubiéramos llegado más alto, pero hemos preferido preservar a la familia.
P: ¿Qué sentís al ver ahora a las hijas de vuestras fans de hace tiempo a las que también les gustáis y os siguen?
R: Es interesante el ver cómo nuestras canciones hoy les sirven a algunos jóvenes de 15 años. Es increíble. Algo tiene que tener la canción. ¡Que no lo sabemos, eh!. No te creas que nosotros sabemos cómo hacer un éxito. Es muy difícil pronosticar si algo va a gustar o no.
Muchas gracias a los dos por el tiempo dedicado a la entrevista, por dejarme ver cómo ensayabais y por vuestro autógrafo para el periódico.
Dentro de unas horas, el escenario de esta sala Mozart de Zaragoza, será testigo de nuevo de sus canciones. Yo cerraré los ojos pensando por unos momentos que el tiempo se ha detenido.
¡Dejadme escucharlos! ¡No me quitéis los sueños!