Entrevista a "Los Morancos"

Entrevista a "Los Morancos"

Ellos son la sonrisa, la picardía, los que saben quitar el rictus de amargura de cualquier cara con su actuación. Son dos, dos ?bandidos bandoleros? que atracan a la tristeza sin contemplaciones. Salen a cara descubierta, sin más arma que sus palabras y sus gestos. Y consiguen que la gente saque de sus bolsillos más íntimos, la carcajada que, por aquello de algunas contrariedades de la vida, se les había quedado pegada como un chicle en lo más profundo y no había manera de que saliera a la superficie.

Cultura | 12 de octubre de 2009
Gloria Mateo

Y, hete aquí, que por arte de birli-birloque, cuando ?Los Morancos?, comienzan a actuar, todas las porquerías, todas las cargas pesadas que hubieran podido existir, se difuminan, se diluyen. Son casi cuatrocientos los músculos que se ponen en marcha con una carcajada. Y ellos la hacen aparecer e, incluso, la mantienen casi constantemente mientras actúan. Proporcionan, pues, el mejor antidepresivo que científico alguno podrá descubrir nunca.

 

El único botín, el más preciado, de estos dos ?granujas de los caminos?, es el arrancar de cuajo las arrugas de los ceños fruncidos. El devolver la tersura a la piel. Son unos excelentes cirujanos plásticos, capaces hacer un lifting y de convertir miradas apagadas en farolas inmensas sin cataratas.

 



P: ¿Sois realmente dos personas, o hay alguna especie de telepatía que os lleva a esa sincronía de palabras, gestos y guiños que nos llegan a tanta velocidad como ahora lo hace el Ave?

R: Afortunadamente, somos dos personas, antes que nada. Lo hemos sido durante los 30 años que llevamos en el mundo del espectáculo.

Hemos sabido separar nuestras vidas privadas de las actuaciones. Y eso es muy importante.

 

 

P: ¿Os cuesta mucho trabajo el preparar cualquier historia o simplemente hacéis un guión a vuela-pluma y luego metéis morcillas a mansalva?

R: Trabajamos muy bien los guiones. Pero luego, sí que es verdad que las ?morcillas? que metemos son, aveces, más importantes que las directrices del guión.

 

P: ¿Habéis sentido cansancio alguna vez?ya sabéis, esas ganas que a veces dan de tirar la toalla y no seguir por los escenarios?

R: Nunca hemos querido tirar la toalla. El ver sonreír a la gente, cuando nos viene a ver o el saber que a una señora que está pelando patatas en la cocina, le proporcionamos una sonrisa y la apartamos por un momento de su rutina, es lo que nos hace seguir. Lo que realmente nos mantiene.

 

P: ¿Tenéis una especie de magnetismo o algo parecido para saber conectar con los espectadores?

R: Cuenta mucho la imagen que damos. Pensamos que somos muy familiares, muy cercanos a la gente y esto es lo que realmente es lo que les llega: la cercanía.

 

P: No puedo obviar, y por ello os tengo que nombrar a otro gran cómico aragonés: Paco Martínez Soria ¿Qué os dice su recuerdo? (¡Cuidadín, cuidadín con lo que me vais a contar porque los mañas nos ponemos en jarras para defenderlo, eh!).

R: Puedes consultar la hemeroteca y te darás cuenta de que siempre hemos hablado con admiración de muchos cómicos, como los Hermanos Marx y otros predecesores nuestros, entre los que se encuentra Paco Martínez Soria. De hecho, cuando en el programa de ?Cine de Barrio? en Televisión Española, ponen alguna de sus películas, las solemos ver.

 

P: ¿A veces, en el escenario, miráis a los espectadores y veis si realmente estáis consiguiendo con ellos una simbiosis, me imagino, gratificante para vosotros?

R: Es lo que intentamos. Tratamos de llegar al máximo ?orgasmo? que puede tener un artista, que es precisamente el fundirte con y en el público.

 

 

P: ¿Al acabar vuestras actuaciones, os vais satisfechos con vuestro hacer o sois perfeccionistas y les sacáis pelos a una calavera?

R: Siempre comentamos algo sobre nuestra actuación. A veces nos reñimos el uno al otro, dependiendo de cómo nos hemos visto. En ocasiones también pensamos en incluir algún tema que esté en ese momento en candelero dentro de la sociedad. Sí, definitivamente, hay diálogo. Es la mejor manera de que todo funcione correctamente.

 


 

Sinceramente, a mí me habéis hecho soltar la carcajada cuando os he visto por televisión, ya que en persona no he tenido el honor de conoceros. Espero, de verdad, que os encontréis muy a gusto en Zaragoza en estas fiestas del Pilar 2009, aunque sólo sea por unas horas, y que sigáis haciendo intervenciones de ?cirugía plástica en la piel?, ?saneamientos del corazón? y sirváis, como hacen las ristras de ajos que ahuyentan a los vampiros, para alejar el estrés, mal casi pandemia de nuestro tiempo.

 

Muchas gracias por vuestra amabilidad al responder a mis preguntas para el periódico ?Nos queda la palabra?. Esta vez he sido yo la que quizá os ha robado el tiempo. Soy una atracadora, pero evidentemente no tengo vuestro salero.

 

Nota: Debo dejar constancia de que he sido invitada a ver su actuación, he podido fotografiarme con ellos y me he venido a casa con la sonrisa de oreja a oreja. ¡Magníficos!

Gracias de nuevo, Morancos.

 


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