La gran mayoría de los artistas, antes de encontrar las herramientas que servirán de puente comunicativo entre ellos y el mundo, casi inexorablemente están obligados a hacer un recorrido entre los mejores hasta identificarse con una base que ellos irán acoplando a su personal forma de expresión. De esta manera, Gerard Richter es un puntal básico en la búsqueda del pintor que hoy traemos a estas páginas: Felipe Alba Invernot.
Felipe Alba, decide unir, a la abstracción de Richter, figuración en la misma obra, un proceso parecido a la evolución que introdujeron los expresionistas como Kokoschka, Mchs, Schile, dix o Pal Kle.
Pero vayamos con los principios de este hombre honesto y sincero, que ni siquiera recuerda cuando entendió que su manera de hablar con los demás tendría como fondo, el aceite de las pinturas al oleo y una cámara fotográfica. Le impacta el color oleoso que se transmuta a sí mismo en diversas tonalidades a medida que va secando y no solo le hipnotiza el cambio de la actividad cromática, sino los diferentes volúmenes que la obra adquiere cuando va pasando el tiempo.
Dice de sí mismo:
?No recuerdo cuando decidí dedicarme a pintar. De hecho no recuerdo haberlo decidido nunca.
A los seis años ya tenía claro que quería estudiar Bellas Artes. El sueño se hizo realidad y con el llegó la frustración y decepción de la docencia universitaria, aún así, encontré un espacio propicio de interacción artística y autoconocimiento, hallando herramientas y mecanismos para exteriorizar mi mundo interior. Una de las aportaciones de esta época fue el descubrimiento de las posibilidades artísticas que ofrecía la fotografía. De este modo incorporé está técnica como medio de expresión. Hoy compagino, pintura y fotografía, dos técnicas que me permiten desarrollar y plasmar mis inquietudes?.
Felipe Alba Invernot, comprometido con la sociedad en la que se halla inmerso, defiende con pasión el lenguaje del arte como medio de expresión del reflejo social del momento. No le interesa tanto la técnica a utilizar, como la intención. La técnica sin intención le resulta vacía, de este modo se centra en los retratos; la expresión de las personas y más concretamente en la mujer como alegoría de una humanidad representada a través de ella.
Felipe Alba, pasa de largo de todo lo que sea meramente decorativo y utiliza el arte como medio de expresión, que a su vez considera una especie de obligación. Quiere que sus cuadros sean espejos de lecturas vivas y lograr- de esta manera- trasmitir su propio mensaje.
El pintor francés, Edgar Degas es otro de sus referentes tanto por la elección de las escenas como por la capacidad que el pintor parisino muestra en la descripción de espacios y movimiento.
Termino este breve semblante de Felipe Alba, comentando un poco tres obras suyas; dos pintura y una fotografía. Os dejo un link, para que veáis parte de su creación.
En Pintura; La Ironía, es una de sus obras más representativas en la que intenta combinar mundos contrarios ( a nivel formal, la horizontalidad con la verticalidad y a nivel conceptual, figuración y abstracción).Entra dentro del apartado de crítica social.
Con otra obra; Belladona- que no se si os la podrán poner aquí- comienza esa visión alegórica de la humanidad a través de la mujer- concepto del que hemos hablado más arriba-.
Como muestra fotográfica os dejo esta composición que- a mi particularmente- me resulta acogedora y nostálgica además de muy bella.
www.invernot.com. Daos una vuelta por este museo on-line?¡merece la pena!.