El asunto, ya conocido por muchos, especialmente canarios, discurre alrededor de otra más de las innecesarias, lucrativas y medioambientalmente perniciosas obras que el gobierno de Canarias se empecina en llevar a cabo, a pesar del disparate que los científicos afirman que es. Son éstos, concretamente el catedrático emérito de la Facultad de Biología de la Universidad de La Laguna, Wolfredo Wildpret; el catedrático de Biología Marina, Alberto Brito y el profesor titular Jacinto Barquín, los que han convocado una manifestación el 14 de marzo en Santa Cruz de Tenerife contra las obras del puerto.
El consejero de Medio Ambiente del Gobierno de Canarias, Domingo Berriel, por su parte, ha centrado su interés en descatalogar los sebadales, una praderas submarinas de la fanerógama Cymodocea nodosa, unos ecosistemas de gran valor ecológico y puntos calientes de biodiversidad, incluidos en los catálogos de flora amenazada.
Ben Magec, la organización ecologista, no ha tardado en expresar su sorpresa por semejante interés en alguien cuya función debería ser favorecer el medio natural, y no "autorizar una infraestructura que permite la destrucción de esta flora protegida". Ello es indicativo de lo poco que conocen la particular política canaria. En cualquier caso, dejan claro que "sólo se puede descatalogar una especie amenazada cuando pueda desarrollarse en el medio natural en condiciones óptimas sin la necesidad de una protección específica". Por ello, sostienen, la "Cymodocea nodosa" que forma el sebadal "no puede ser descatalogada ni como especie, ni como población y aún menos se podrían descatalogar los ejemplares de Granadilla de forma aislada".