Cirsis sanitaria COVID-19 ⇨ El agosto de los charlatanes

Cirsis sanitaria COVID-19 ⇨ El agosto de los charlatanes

Las crisis son el caldo de cultivo para que los charlatanes hagan su agosto. Productos inútiles o incluso peligrosos como el MMS se abren camino a través del desconocimiento de la población con argumentos pseudocientíficos.

Actualidad | 31 de marzo de 2020
Pere Borràs

El miedo y la desesperación son la principal herramienta de trabajo que personas sin escrúpulos usan para engañar a la gente en su beneficio. Los argumentos pseudocientíficos convencen en masa a gente desinformada que cree estar asistiendo a explicaciones científicas que, en realidad, no lo son.

Últimamente están apareciendo muchos mensajes recomendando productos y técnicas que no solamente no sirven sino que pueden resultar incluso perjudiciales.

Este es el caso del MMS. El MMS (Solución Mineral Milagrosa por sus siglas en inglés, Miracle Mineral Solution) es uno de los ejemplos que más se está difundiendo por redes sociales.

Este producto apareció hace años y sus promotores lo presentan como la solución a prácticamente todo. Dicen que cura el autismo, el cáncer, el SIDA, el Ébola, la Malaria y, ahora, cómo no, el Covid-19.

Lo cierto es que el MMS sí se emplea como desinfectante y blanqueador, objetivos para los cuales desempeña muy bien su papel. Sin embargo, la peligrosa tendencia a sacar conclusiones precipitadas lo ha convertido en el producto milagro más distribuido.

Se trata de la solución acuosa al 28% de la molécula NaClO2 (clorito de sodio), empleada principalmente en la fabricación de papel como blanqueante.

Se activa mezclándolo con algún ácido para liberar ClO2 (dióxido de Cloro).

A efectos prácticos, es equivalente a la lejía industrial. Su uso puede provocar náuseas, diarrea y vómitos, síntomas que sus promotores presentan como indicadores de que el paciente se está desintoxicando. La realidad es bien distinta. Estos síntomas son la respuesta del organismo a un envenenamiento y pueden desembocar en hipertensión arterial, deshidratación e insuficiencia respiratoria. Esta última, paradójicamente, aumenta las probabilidades de morir si se contrae el coronavirus Covid-19.

Aunque el envenenamiento es leve y no suele pasar de los síntomas expuestos anteriormente, en algunas ocasiones puede conducir a la muerte. Ya se han dado varios casos de muertes en todo el mundo a consecuencia de la exposición a este producto, o de su uso como medicina alternativa.

Estas circunstancias han conducido a su prohibición en varios países. En España, está prohibido desde el año 2010, a pesar de lo cual se sigue vendiendo fraudulentamente desde páginas web que se presentan como alternativas saludables a la medicina tradicional.

Quienes lo promueven, se defienden de los ataques arguyendo que son objeto de una persecución interesada y espoleada por la industria farmacéutica. Salvadores para vender su producto, víctimas para defenderse de los ataques, y convencen. Convencer es, al fin y al cabo, el trabajo del charlatán.

El principal referente en España de este producto es Josep Pàmies, quien mantiene una productiva empresa familiar promoviendo alternativas a la medicina tradicional, junto con Andreas Kalcker, otro pseudocientífico y promotor del MMS, que además de vender este producto tóxico da conferencias haciéndose pasar por médico difundiendo disparates sin base científica como si la tuvieran.


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