El TS falla contra la JEC, Torra sigue siendo diputado y presidente, y a la justicia española ya no la entiende ni ella misma

El TS falla contra la JEC, Torra sigue siendo diputado y presidente, y a la justicia española ya no la entiende ni ella misma

El Tribunal Supremo anunciará mañana que suspende la inhabilitación de Torra como diputado dictada por la Junta Electoral Central.

Actualidad | 22 de enero de 2020
Pere Borràs

Recordemos: La Junta Electoral Central, algunos de cuyos jueces lo son también del Tribunal Supremo, dictó la suspensión del Molt Honorable President de la Generalitat de Catalunya Quim Torra como diputado. Se abrió un tormentoso debate sobre si ello implicaba también su cese como President. Fiscalía metió las narices y dijo que sí, pero que tampoco, que si eso tal vez a lo mejor.

Pues bien: Finalmente, mañana, el Tribunal Supremo, algunos de cuyos jueces lo son también de la Junta Electoral Central, suspenderá la suspensión que la misma dictó.

Si el lector no lo entiende, que tampoco se preocupe demasiado. Por lo que parece, no se entienden ni a sí mismos.

Ya se habló largo y tendido sobre las competencias de la JEC para tomar tan aparatosa decisión. Y no solo sobre sus competencias, también sobre las razones. ¿Tenía la JEC poder para destituir a un presidente? Y de poder, ¿era un bendito cartel en absoluto partidista motivo suficiente para hacerlo?

Para la JEC, por supuestísimo que sí. Para el TS, pues bueno, pues vale. Para fiscalía, pues no sé no sé. Para Torra, ni por asomo. Para los tertulianos, pues según cuál fuera el programa que les paga la nómina. La cuestión es que de ejecutarse la problemática suspensión, dicha ejecución sería irreversible y de fallarse al final de todo el circo en favor de Quim Torra, no se le podría devolver el escaño (o eso dicen, porque al final vaya usted a saber, no sería la primera vez que dicen una cosa y luego termina siendo otra), por lo que finalmente el Supremo parece haber considerado que ha alcanzado su cupo de disparates y ha decidido mostrar algo de prudencia en esta ocasión.

Y donde dije digo, digo Diego (as always) porque recordemos que cuando Torra solicitó que se tomaran medidas cautelarísimas para evitar un cese inmediato, el Tribunal Supremo dejó claro que naranjas de la China. Pues ahora dice que claro que sí.

Todo esto sucede en un marco en el que la independencia judicial y su no politización están no ya en entredicho sino bochornosamente expuestas a la vista de todos como si de un cine al aire libre en plena plaza mayor se tratara. Si algo queda claro, en este berenjenal de golpes de volante judiciales, es que la ley, en España, no se aplica; se interpreta. Y que la interpretación está en manos de cargos no electos que pueden afectar a los que sí lo son. Y eso pone en serio peligro la salud democrática de un país ya fuertemente azotado por las dudas acerca de su ejemplaridad democrática.

Total: Que Torra (de momento), se queda. A ver cómo se despiertan pasado mañana.


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