Poco saben ya de fútbol, demasiada pretensión heredada, excesiva existencia pasada y mucho analfabeto: No son todos los que están, y ya no están todos los que siempre han sido.
Se pierde ese gran patrimonio histórico de personas, ex jugadores sabios de mente y cuerpo, los verdaderos hacedores de la gloria siempre presente. El objetivo de Julio Alberto no era otro que crear y atender un área social que ahora queda huérfana, sin referente, carente de líder y calor humano, ese que sólo desprendía el chico de Candás, sencillo, fuerte, ganador de tantas batallas que ya ni él mismo recuerda. Algunos, sólo algunos, todavía no se venden, y por eso no tienen precio.
Ahora navega en alta mar, mirando hacia delante y rodeado de los suyos. Sonríe con ese gesto inconfundible de quien se sabe en paz, y somos miles los que le seguimos, le queremos y le apoyaremos siempre, puesto que no tiene revés, mira de frente y nunca falta su mano hacia el verdadero amigo.
Sin embargo, yo apuesto mucho más lejos y a la carta más alta : Julio Alberto será el nuevo presidente del Club de Fútbol Barcelona. La razón es muy sencilla : Es el hombre necesario. El mismo que dió aquella gran patada, personal y profesional, colocando al Club en lo más alto: