Hecho, derecho, moral y código penal: La estafa Madoff

Madoff no entrará en prisión. El prestigioso ejecutivo acusado de estafar a inversores de todo el mundo, seguirá, al parecer, en libertad. La estafa del siglo no quedará impune, pero el ancianito Madoff no está entre rejas.

Economía | 22 de febrero de 2009
Consuelo G. del Cid Guerra

En España nos escandalizó la libertad de un terrorista responsable de veinticinco asesinatos , condenado a tres mil años de cárcel, que cumplió sólo dieciocho y amparado por el Código Penal , en un estado que se llama de Derecho, salió en libertad.
A mí me producen vergüenza ambos casos. A mí no me hacen comulgar con ruedas de molino asuntos de semejante envergadura disfrazados de razón de Estado y amparados en el Código Penal. Hecha la ley, hecha la trampa. Pero esas leyes y esas trampas son para personajes como el gran Madoff, no para el descuidero, choricillo o ladrón que anda mangando teléfonos móviles o carteras. Se supone que debemos entender las leyes, respetarlas y acatarlas, nos gusten o no, puesto que leyes son. Se supone, al parecer, que quienes no las compartimos es porque no queremos entender ni comprender. Y parece, además, que ese hecho nos coloca en una posición complicada como minoría tocacojones, ignorante y molesta. Yo molesto y puedo tocar mucho los ovarios y los cojones, pero no soy ignorante. A mí no me la dan , ni el Estado ni el Código Penal. Que Madoff campe por sus fueros como un ciudadano más, es una vergüenza . Que un tipo que supuestamente ha estafado a medio mundo, entre en ese ?amparo?, es tan inmoral como indiscutible ante las leyes vigentes. Sobre todo, mientras el resto de los delincuentes se comen talego en un juicio rápido de diez minutos donde se administra el dolor con una facilidad pasmosa y se priva de libertad por delitos que no llegan ni a un trozo del papel higiénico del tal Madoff, con o sin mierda.
La libertad de este estafador apesta. Los leguleyos pueden argumentarla, sin duda, con la ley en la mano. La trampa es de puta madre. Las leyes, de puta pena.
Qué piensan los reclusos de una prisión al respecto? Porque en el trullo, los presos son mayoría. Qué argumentos de reinserción, moral y estructura social se cree que pueden ser transmitidos a los que cumplen condena ??los vigentes, los legales, sin duda, pero es que no les van a creer. La cárcel ya es de por sí una escuela delictiva , un lugar donde cumplir la pena con pena, pena de la de verdad. Si fuera, desde el orden y la supuesta lógica, contemplamos cómo queda en libertad el estafador más grande del siglo, ningún cursillo, libro, argumento ni charla tendrá peso alguno en la conciencia del delincuente.
La libertad de Madoff es legal pero inmoral.
Porque no nos engañemos, que no es lo mismo Bob Dylan que Los Chunguitos, como no lo es una eminencia del derecho penal (de pago) y un abogado de oficio (gratuíto).
Paga el pobre, como siempre. Gana el rico, como nunca.

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