Ser uno mismo hace la unidad

Según el momento y las circunstancias en que vive cada uno podemos priorizar el ser uno más, el ser más que otros y el ser lo que soy con otros, que es el único modo en que convivir es supervivir, vivir super como lo máximo que cada uno puede llegar a ser.

Cultura | 19 de agosto de 2009
Juan Antonio Saavedra Quesada

Cuando empezamos a estudiar o a trabajar, lo que buscamos es pertenecer a ese centro educativo o a esa organización laboral que nos va a permitir tener unos títulos o unos ingresos a final de mes. Pero una vez que estamos formando parte de ese grupo o colectivo, lo que buscamos es diferenciarnos y ser más que otros por tener mejores calificaciones o más ingresos económicos o jerárquicos.

Parece existir acuerdo en que la mayoría de las personas, una vez que tienen para comer hoy y suponen que también mañana, invierten mucha de su energía vital en satisfacer esa necesidad de pertenecer a cualquier grupo social o en alcanzar cierta jerarquía o liderazgo político respecto a los que le rodean y con los que siempre necesitan compararse. Pero ser uno más, como si fuéramos sólo un número dentro de una masa, o ser más que otros, como si nuestro valor dependiera de compararnos e influir sobre los otros, son motivaciones que no aumentan nuestra satisfacción y calidad de vida sino que se limitan a disminuir nuestra sensación de vacío al llenarlo con engaños y mensajes culturales que sólo responden a la parte en que coincidimos con los animales y otros seres vivos.

La Ecología Humana suele dar respuesta a las personas que buscan realizarse como seres humanos y quieren ir más allá de sobrevivir, dependiendo de tener cosas materiales que engañan con falsas seguridades o de tener tanto control sobre otros que acaban haciéndolas sentirse controladas por ellos. Al sentir el sin sentido de ser una parte de una sociedad de consumidores, que nos hace identificarnos unos a otros con cualquier objeto o mercancía de consumo que se usa y se tira, comienzan a priorizar el placer de tener lo que tienen en función de la mejora real experimentada en su calidad de vida y no por sentir que su destino es acabar en cualquier contenedor de basura. Al sentir cansancio de estar siempre en círculos viciosos, donde no hay novedad ni calidad en lo que hacemos sino excesos de superficialidades o mediocridades, priorizan el pararse a pensar el mundo en que quieren vivir para elegir las acciones concretas que le vayan dando la forma más adecuada. Al comprobar la insatisfacción que genera el tener control de poder sobre otros, priorizan orientarse a tener poder de control de sí mismo para llegar a ser lo más que pueden ser como seres humanos únicos.

En resumen, ante el cansancio de tanto buscar complementaciones negativas en forma de media naranja o almas gemelas y de rivalidades adolescentes que quieren ser más que los otros, la Ecología Humana nos ayuda a descubrir que cuando yo soy yo y tú eres tú estamos uni-dos en el Ser que somos, cuando cada uno es uno y único al realizar su Ser entonces podemos hacer la unidad en el Ser sin dependencias ni comparaciones: uno más uno es igual a uno, 1+1 = 1.

 

Juan A. Saavedra Quesada

Director de la Escuela de Ecología Humana


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