Yo no se si la Academia sueca ha hecho un curso acelerado de marketing promocional, directo o interactivo. En serio, que no lo se. Tal vez ese ?sí, podemos? ha conseguido llegar, en olor y calor de multitudes, mucho más lejos de lo que el propio Obama imaginó en sus mejores sueños.
Internacional |
09 de octubre de 2009Consuelo G. del Cid Guerra
Hace menos de cuatro días se negó a recibir al Dalai Lama para no perturbar a los comunistas chinos. Pero no pasa nada. El puede. No tenemos suficiente con todos esos nuevos dioses de diseño y creencias varias, el sexo de los ángeles, los pajarillos preñados, la beatificación de Maradona o Lady Di (todo es posible), para que nos cuelen el Nobel de la Paz en nombre de un recién llegado, presentado como nunca y como nadie, promesa entre las promesas, creído como a ninguno. No ha tenido tiempo material de hacer gran cosa pero ya es enorme.
Vini vidi vincit.
Carpe diem.
Nueve meses de gloria, sin duda alguna. Porque no ha hecho nada para merecer el Nobel. Claro que también estaba nominado Berlusconi.
Que esto es muy serio. Estocolmo es una fiesta egregia hasta ahora creíble, pero se les ha ido de las manos, o es que a Obama todo se le supone. Celebré su triunfo de una casi forma sentimental, me emocionó su discurso y puse, como la mayoría, grandes esperanzas en el. Ahora me doy cuenta de que lo tiene todo, aunque no haga gran cosa. Es un reclamo de masas, una figura que vende.
El Nobel se le ha otorgado ?por sus extraordinarios esfuerzos para fortalecer la diplomacia internacional y la cooperación entre los pueblos, además de su trabajo por construir un mundo libre de armas nucleares?.
Podría empezar por retirar las tropas de Afganistán (68.000 son estadounidenses). ¿O se le olvidan los muertos?. Paz? ¿Premio Nobel de la Paz??